Aborto legal: el derecho a decidir es ley y de trascendencia internacional

La Interrupción Voluntaria del Embarazo y el plan de los Mil Días comenzarán a regir el 24 de marzo. La palabra de los y las protagonistas tras el acto.

14 de enero, 2021 | 22.00

El Gobierno tomó el slogan del movimiento feminista y lo llevó a Casa Rosada, más precisamente al Museo del Bicentenario: "Es ley", una frase corta, dos palabras que engloban años de lucha en las calles y la decisión política del peronismo en el 2020. De celeste, color oficial del Gobierno, y de verde, el de la historia, el lema se plasmó en las pantallas que rodearon las butacas con invitados y funcionarios que asistieron a la promulgación de la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y plan de los Mil Días. Dos políticas que buscan acompañar, con un Estado presente, a las personas con capacidad de gestar que deciden continuar con su embarazo pero también a quienes deciden interrumpirlo. Las normas comenzarán a regir ocho días después de su publicación en el Boletín Oficial de este viernes, o sea el 24 de enero.

La famosa "hora Alberto" no se cumplió y el inicio del acto fue prácticamente puntual. Estaba pautado para las 18.30 y, si bien no había demasiadas precisiones sobre su ejecución, no hubo demoras. Uno a uno, entraron y se sentaron en las butacas del escenario principal. Primero Ginés González García, ministro de Salud, seguido por su par de la Mujer, Géneros y Diversidades, Elizabeth Gómez Alcorta, el presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero y, por último, la secretaria Legal y Técnica Vilma Ibarra.

En las calles, antes de comenzar, ya se percibía el clima de alegría. Desde la seguridad hasta la organización, nadie pudo ocultar que se trató de una buena noticia. Pañuelos, barbijos y banderas verdes fueron el fondo de pantalla que difundió la historia en todo el país y la región. El objetivo, ahora, es lograr un cumplimiento efectivo de ambas normas, garantizar la provisión de métodos anticonceptivos y una aplicación real de la educación sexual integral para que nadie tenga que recurrir a un aborto por un embarazo no deseado pero con la tranquilidad de que el Estado estará presente si sucediera.

Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

La sanción de la ley, en la madrugada del 30 de diciembre, fue histórica y muchas cayeron en la cuenta días más tarde. Es que varias pasaron más tiempo en los despachos, convenciendo legisladores, que en el lugar de espectadoras de la historia. Pero aún hoy, momento de la promulgación, siguen sin caer. O cayendo de a poco.

La emoción era inocultable. Gómez Alcorta enalteció la lucha feminista y la decisión política de un Gobierno popular para garantizar el derecho a decidir y avanzar hacia una sociedad más igualitaria. Vilma Ibarra destacó el complemento de ambas normas - IVE y Mil Días - y casi se largó a llorar cuando recordó a las miles de mujeres muertas por abortos clandestinos. Un aplauso generalizado logró llevarle calma y contener las lágrimas.

El acto fue corto. De los hombres, sólo habló Alberto. Su discurso se centró en el paso inmenso del país camino a una sociedad más igualitaria y al fin del patriarcado en medio de una crisis económica y sanitaria sin precedentes producto del macrismo y la pandemia del coronavirus. Resaltó que él lo prometió en campaña y que cumplió, que es ley. Ahora, según pidió, la sociedad deberá unirse bajo un mismo color para luchar por más derechos, por más igualdades vinculadas, por ejemplo, a la economía y el trabajo: que se terminen las brechas salariales o posibilidades de acceso a puestos de empleo por una cuestión de género.

El decreto de promulgación de la IVE sólo veta la palabra "integral" del concepto de "salud integral", tal como había sido acordado en el debate parlamentario. "Esta observación tiene como objeto dar claridad al texto del proyecto en su parte pertinente, es decir, mantener las causales de interrupción legal del embarazo tal cual han estado vigentes desde 1921 para que sigan rigiendo del mismo modo a partir de la promulgación de la presente ley", se argumentó.

La emoción en palabras de las y los protagonistas

Dora Barrancos, hoy asesora presidencial pero también histórica militante por el derecho al aborto legal, le dijo a El Destape: "Tengo la impresión de que todavía no podemos medir la trascendencia, la historicidad que nutre esta decisión, esta ley. Todavía es consternador esto que me he figurado entre el esperar y lo inesperado que todavía produce el efecto de la ley. Estoy cayendo, porque pienso y evoco las miles y miles de muertes, no las últimas. Muchachas jóvenes que murieron. La ley que teníamos implicaba la pena de muerte".

Barrancos explicó que esta es una ley de orden público, por lo tanto inexorable. "Tiene una parte en donde todavía participa el Código Penal y me parece que eso es estratégico. No hay una ley en el mundo que no reserve una acción punitiva frente a determinadas circunstancias, ningún país que tenga una ley que permita el aborto sin alguna consideración punitiva en alguna figura. Eso, al mismo tiempo, le da garantías de orden público porque el Código Penal no es una materia que pueda ser debatida por ninguna jurisdicción". Y ahora, "esta ley es de proyección continental".

Daniel Lipovetzky, diputado provincial bonaerense de Juntos por el Cambio pero una de las figuras políticas del debate 2018, fue una de las personalidades mencionadas por Alberto durante su discurso. En declaraciones a El Destape, dijo que "el reconocimiento en mí fue en verdad un reconocimiento a la transversalidad de la ley. Le agradezco al Presidente, también a la ministra Gómez Alcorta e Ibarra" quienes destacaron la necesidad de trabajar estas leyes con las diferentes fuerzas políticas y "esa fue la clave. Marcamos el camino en 2018 y nos dimos cuenta que la transversalidad era la única manera de avanzar. Sirvió como experiencia y antecedente para que hoy sea ley".

En relación a las diferencias entre los debates, remarcó que "en 2018 caminamos sin tener un antecedente. Cuando logramos la media sanción nos dimos cuenta de los aciertos y los errores para no lograr la sanción en el Senado. Eso hizo que después se supiera bien cuáles eran los caminos a desarrollar y hubiera más seguridad. Pero no se si fue más fácil, fue diferente". De hecho, gracias a lo que ocurrió hace dos años, "se comprendió de lo que estábamos hablando y reconocer que en la Argentina había abortos clandestinos y muertes de mujeres", agregó Cecilia Moreau, diputada nacional del Frente de Todos. Lipovetzky también destacó el rol del Ejecutivo para tomar el reclamo, llevar la ley al Congreso y comprometerse para su sanción: "En la Argentina la ampliación de derechos es un objetivo político que tienen que mantener todos los espacios políticos".

Respecto al futuro, Mayra Mendoza, intendenta de Quilmes, aseguró a este medio que mantiene un diálogo permanente con el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, por la pandemia y otras situaciones. "Esto era algo esperado, creemos en el derecho de la posibilidad de decidir de las mujeres y en el acompañamiento del Estado cuando decidan ser madres o no".

Malena Galmarini, titular de Aysa, fue otra de las mujeres que encabezó las negociaciones. "La bandera verde que tenía que ver con sancionar esta ley ya está. Ahora hay que volver al violeta que es el color de la lucha por todos los derechos de todas las mujeres. Hay que volver a juntarse y discutir todo lo que nos falta. Cuando nos relajamos, el patriarcado vuelve a avanzar y termina siendo como el juego de la oca, un paso adelante y uno atrás. Es muy difícil no relajarse, mantengo el verde pero hay que cambiar el chip y ocuparse de que aquellas mujeres que quieren maternar lo puedan hacer en igualdad de condiciones y que quienes no están preparadas o no quieren y sufren un embarazo no intencional puedan elegir un proyecto de vida. El Estado tiene que estar presente siempre".

Respecto a su aplicación, Galmarini analizó que "si la ley no es implementada como corresponde, no llega a todos los hospitales y centros de salud, si no avanzamos con la obligatoriedad de la ley de salud sexual integral, con que los once tipos de anticonceptivos estén cerca, gratuitos, al alcance de todos, si no avanzamos con la ley de obstétricas para que haya más profesionales para acompañar a las mujeres, va a ser una ley fría".

Sin embargo, deseó que "ojalá caiga en desuso. Ojalá podamos educar para que ninguna mujer tenga un embarazo no intencional. Ojalá que haya más tipos de anticonceptivos para varones, que no siga cayendo en nosotras el cuidado para no embarazarse. Que todo el trayecto sea igualitario. Mi deseo más profundo es que ninguna mujer tenga que abortar. Las mujeres tenemos que tener el poder de elegir qué queremos para nuestras vidas. No es menor. Los varones eligen todos los días. Si nosotras empezamos a poder, en el mismo grado que los hombres, sólo hay un destino que es la felicidad del pueblo".