Dólar soja: de ganadores y perdedores

Cada acción de gobierno, cada decisión política, genera ganadores y perdedores. En definitiva de eso se trata gobernar, de usar la lapicera  y tomar decisiones. Lo difícil es que se encuentre el conjunto del pueblo argentino entre los ganadores, cuando el FMI es el tutor de la gestión. 

18 de octubre, 2022 | 00.05

El “dólar soja” fue la primera decisión política de impacto de Sergio Massa como responsable del súper Ministerio de Economía. Tomó parte del reclamo que hacía el campo y acordó con quienes tenían la capacidad de dar respuesta. Obtuvo un ingreso de USD 7.669 Millones, con un total de operaciones cerradas por más de USD 8.123 millones, con casi 14 Millones de Toneladas (Mtn) de soja comercializadas.

El podio por producto fue el siguiente: 

  • Para Aceites: en 1° lugar se ubicó CARGILL con 188.650 Tn; el 2° lugar fue para VITERRA con 182.929 Tn; y en el 3° puesto lo ocupó AGD con 156.984 Tn.
  • Para Subproductos: se repitió el tridente, pero en 1° lugar se ubicó VITERRA con 2.088.400 Tn; el segundo puesto fue para AGD con 1.457.148 Tn; y el 3° puesto lo ocupó CARGILL con 992.898 Tn.
  • Para Porotos de Soja: en 1° lugar se ubicó CARGILL con 618.000 Tn, en 2° lugar aparece AMAGGI con 519.000 Tn y en 3° puesto BUNGE con 425.000 Tn.

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VITERRA liquidó alrededor de USD 1.200 Millones, AGD poco más de USD 900 Millones, CARGILL sumó en los tres productos más de USD 1.050 Millones, Amaggi alrededor de USD 300 Millones y BUNGE unos USD 250 Millones. Lo que surge de analizar las cotizaciones en dólares para cada producto en base precios FOB del gobierno nacional durante el mes de septiembre, los cuales rondaron para el aceite entre los USD 1.100 y 1.200 por Tn; para los subproductos fueron entre USD 480 y 500 por Tn; y para los porotos de soja se ubicó alrededor de los USD 580 por Tn.

¿Cómo se realizó esta acción y de dónde salió la plata para lograr el éxito?

Las agroexportadoras ingresaron USD 7.669 Millones al Banco Central de la República Argentina (BCRA) que les entregó 1.52 Billones de pesos a tipo de cambio de $200 por dólar, con los que las empresas agroexportadoras les compran la soja a los productores. Para lo cual el Gobierno Nacional necesitó sumar 428.000 Millones de pesos por el diferencial cambiario entre el dólar oficial y el soja (USD 7.660 Millones equivalen a $1,1 Billones a cambio oficial de $145 por dólar). Sin embargo el Gobierno obtuvo más o menos de $141.000 Millones, correspondiente al retorno por Derechos de Exportación, es decir que las agroexportadoras ganaron en su conjunto alrededor de $286.881 Millones, que lógicamente puso el Estado Nacional.

Los casi 290 mil millones de pesos de ganancias de las empresas agroexportadoras durante septiembre de 2022, equivalen a casi 34 millones de Asignaciones Universales por Hijos (AUH); a más de 5,5 millones de  Jubilaciones Mínimas: a  5,6 millones de Salarios Mínimos Vitales y Móviles; y a casi 2,4 millones de Canastas Básicas Totales tipo 2,  es decir a sacar a esa cantidad de familias de la pobreza.

El análisis de un radical, que no viene nada mal

Arturo Jauretche publicó algunos artículos en el diario Democracia, entre el 2 de junio y el 6 de julio de 1962, cuando gobernaba el dictador Guido -mientras Perón estaba proscripto-. En éstos menciona como los grandes rasgos de la política económica ejecutada por Juan Perón en sus primeros gobiernos (1946-1955) fueron: “disminuir la erogación de divisas por la liquidación de la deuda externa, la restricción a lo imprescindible de las importaciones, y graduación de estas por tipo de cambio, y total represión al contrabando”. Para lo cual la lapicera del General impulsó herramientas para el sector agroalimentario como el IAPI o la Junta Nacional de Granos.

En uno de los artículos Don Arturo acusa de faltar a la verdad al por aquel entonces el ministro al decir que la Junta Nacional de Granos no disponía de recursos para pagar a los agricultores, seguramente se trataba de Álvaro Alsogaray - ministro de economía entre abril y diciembre de 1962-. Jauretche refuta escribiendo:

  • “La verdad es ésta: los exportadores retenían el importe en dólares, pagando mal y tarde, con lo que realizaban dos negocios. Colocaban los dólares de que disponían a interés usurario en el mercado interno, cosa que sabe cualquiera que haya tenido que comprar dólares, en primer término, y en segundo término, retardando el pago privaban de recursos a la Junta de Granos para pagar los precios de sostén, con lo que ellos le compraban al productor necesitado de vender por debajo de esos precios”. (A. Jauretche, Política y Economía, Ed Corregidor 2020, pág. 80).

Los artículos publicados hace 60 años no pierden la vigencia, como tampoco la pierde la disputa por las riquezas generadas por los productores argentinos y el conjunto de empresarios, cooperativas, trabajadores, etc. del país. La lapicera inclina la balanza en favor de los intereses en disputa, ya sea para un lado o para el otro.

El ganador y la oportunidad perdida

El gran ganador de septiembre fue VITERRA, el nuevo nombre con que GLENCORE busca pasar desapercibida en el negocio agroalimentario. Esta empresa trasnacional con sede central en Suiza, conocida por sus negocios en minería y sus estafas, es la socia de Vicentin en la mayor planta agroindustrial sojera del mundo: RENOVA. Incluso utiliza en la actualidad las instalaciones de la firma argentina.

Esto muestra la dimensión del impacto de la derogación del DNU 522/2020, acción política con que Alberto Fernández decidió dar marcha atrás a una medida estratégica y estructural para la política económica nacional, como era el rescate e intervención de Vicentin SAIC. Sin dudas, fue el hecho maldito del Frente de Todos, a partir del cual el derrumbe de la imagen positiva del presidente pasó del 80% a un dígito.

Los grupos empresariales transnacionales y parte de los locales (los 3 o 4 vivos de siempre) no tuvieron piedad ante la debilidad y la duda de Alberto Fernández, la serie de golpes que siguieron fueron en todas las áreas y órdenes, y siempre fue pagada con hambre y sufrimiento del pueblo. Desde las muertes por COVID-19, hasta la pobreza y el hambre del 36,5% de la población, mientras los empresarios remarcan los precios de las mercancías.

La intervención de Vicentin era la oportunidad de que el Estado intervenga inteligentemente en el principal sector económico argentino, valga la redundancia. Asociado con YPF Agro, aportaba la integración en la cadena para competir con las grandes ETNs, como CARGILL, BUNGE, COFCO, LDC, ADM, entre otras. Además de tener una influencia en la mayoría de las cadenas agroalimentarias, como carnes, lácteos, miel, vinos, etc.

Como explica el radical Jauretche, la política económica de Juan Perón se basó en desendeudar, frenar la importación desmedida y combatir la evasión, a partir de esto distribuir e invertir en la producción y el trabajo argentino. Néstor y Cristina Kirchner repitieron la receta, cerrando la gestión con una Plaza de Mayo repleta de argentinas y argentinos agradecidos.  El cierre de la gestión de Alberto Fernández hoy es una incógnita.