Siete de cada diez empresas de la región no hacen nada por el cambio climático

19 de diciembre, 2014 | 11.00

Por Lorena Hak
Redacción El Destape
@LorenaHak

Tras el crecimiento sostenido que ostenta América Latina, el análisis de riesgo asociado al cambio climático aún no es una práctica difundida en la región: sólo el 24% realiza ese tipo de evaluación, según la primera Encuesta PwC sobre Desarrollo Sostenible en América Latina.

Lo cierto es que el compromiso de las empresas en cuanto a la gestión de sostenibilidad ambiental "dependerá, en buena medida, de los beneficios que las organizaciones perciban por sus acciones en dicha área", se estima en la encuesta.

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"Las empresas hacen reducciones mientras tengan estímulos. Por caso, hasta diciembre de 2012 con el protocolo de Kioto. Ahora hacia 2020, es un período de negociaciones. En aquel momento estábamos hablando de un estímulo interesante para vender emisiones", señaló a El Destape el responsable del Departamento de Desarrollo Sostenible de PwC Argentina, Marcelo Iezzi.

No obstante, las graves consecuencias del cambio climático no sólo se reflejan a nivel ecosistema que afecta a seres vivientes que comparten un planeta cada vez más en riesgo. Según el relevamiento, se reflejaron preocupaciones de CEOs latinoamericanos por los efectos del cambio climático tras situaciones concretas de eventos naturales. En los últimos 5 años, el 45% de las empresas de la región consultadas fueron afectadas en sus operaciones o en su cadena de suministro.

Entre los impactos más destacados se encuentran: cambios en los patrones de las precipitaciones (58%), y en estrecha relación las sequías (47%). Asimismo, los empresarios señalaron otras consecuencias, más o menos directas, como la interrupción del transporte (40%), inundaciones (36%), aumento de la temperatura promedio (34%), o disrupciones en la provisión de materias primas e insumos (33%). También se resaltaron impactos indirectos –aunque no tanto-, como el aumento en el precio de los commodities (24%) o el aumento de primas de seguros (20%).

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No obstante, pese al reconocimiento de un impacto a causa del cambio climático, sólo el 24% de las empresas participantes en el sondeo desarrolló un análisis de riesgo asociado a estas cuestiones. De este pequeño grupo, un 16% realizó esas actividades para sus operaciones concretas, sólo un 5% para su cadena de insumos, y un 3% para operaciones de otro alcance.

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En cuanto a las emisiones de gases de efecto invernadero, casi dos terceras partes de las empresas de América Latina aún no las miden. Un dato alarmante si se toma en cuenta que el 70% de las empresas encuestadas pertenece al sector de Productos, Servicios industriales y de Consumo.

En el caso de las empresas que cuantifican sus emisiones de carbono, el 74% de los empresarios de la región encuestados destacaron una mejora en la marca y la reputación de la compañía, pero sólo un 33% destacó que esas actividades impliquen una ventaja competitiva, lo que pondría en juego el rol del consumidor a lo hora de elegir un producto o servicio. En este caso la pelota quedaría del otro lado del mostrador.

En esta línea, sólo el 6% de los CEOs consultados por la consultora internacional opinó que en su país todos o la mayoría de sus clientes estarían dispuestos a pagar más por un producto o servicio con atributos de sustentabilidad ambiental. En realidad, la opinión del 67% de los ejecutivos latinoamericanos es que sólo algunos o pocos consumidores lo haría.

Lo cierto es que a las empresas les resulta difícil mensurar correctamente el impacto de los atributos de sustentabilidad ambiental, y como consecuencia "les cuesta asignarles valor" a eso. Por lo tanto, "un camino hacia un mayor compromiso de los ejecutivos podría ser la promoción de la innovación y nuevos negocios", generados a partir de la sustentabilidad ambiental.

Así, el 62% de los ejecutivos entrevistados señaló que su empresa todavía no implementó un sistema para la medición de CO2, mientras que resulta alentador que un 32% confirmó que ya miden la emisión de gases de efecto invernadero. De todas maneras, sólo el 15% de éste último grupo mide hasta las emisiones indirectas que genera su actividad a lo largo de la cadena de valor, principalmente en los extremos de proveedores o consumidores (Alcance 3). Un 24% cuantifica también las emisiones indirectas generadas por el consumo de energía eléctrica de la red (Alcance 2), y el 61% restante de los que miden emisiones de carbono, lo hacen sólo en su propia actividad.

Sin embargo, no deja de ser preocupante que el 64% de las firmas relevadas no se plantea actualmente metas de reducción de gases de efecto invernadero, aunque un 34% de esta fracción tiene previsto establecerlas en los próximos 3 años. Sólo el 25% confirmó que su empresa tiene algún objetivo actual de reducción de emisiones de carbono.


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