Los sondeos realizados luego del anuncio del acuerdo PRO-UCR muestran, más que un previsible ascenso en la intención de voto de Mauricio Macri, una mayor polarización entre esta nueva alianza y Daniel Scioli, el candidato mejor posicionado del Frente para la Victoria. Esta es la tendencia dominante aunque los encuestadores no quieren dar el escenario por cerrado y dicen que aún puede haber novedades.
Durante este fin de semana seguramente aparecerán encuestas para todos los gustos. Ya es folclórico a esta altura de la campaña, cada consultora busca difundir buenas noticias a quien la contrata para luego ir sincerando los números a medida que se acerca la elección. Pero haciendo un promedio de los porcentajes que se van conociendo más los diálogos off the record con los consultores permiten hacerse una idea más definida del panorama global post acuerdo opositor.
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"Se acentuó la polarización", es la coincidencia. Macri subió un poco, pero más o menos en la misma medida que lo venía haciendo en las últimas semanas. Es decir, el anuncio de la Convención Nacional del radicalismo no se tradujo en ningún salto espectacular. Al mismo tiempo, la pérdida de centralidad que fue tomando el caso Nisman significó una recuperación de imagen tanto para el Gobierno nacional como para sus candidatos, que también subieron en intención de voto. En definitiva, hoy Scioli encabeza las encuestas con Macri en un porcentaje cercano, dentro del margen de error.
La polarización se repite entre sus partidos políticos, aunque en este caso la diferencia es mayor a favor del PJ-Frente para la Victoria. Con todo, es notable como el PRO va ocupando el lugar que históricamente le correspondió a la UCR como principal partido opositor. En contrapartida, cae no sólo la UCR sino también el Frente Renovador de Sergio Massa, que hasta hace unas pocas semanas era el tercero en discordia en la pelea nacional. Hoy, Massa conserva entre un 15 y un 20 por ciento a nivel nacional, en buena medida basado en su bastión en la provincia de Buenos Aires, donde ahora muestra muchos problemas para mantener a su tropa alineada. Le significará un desafío sostener esos votos, pero los encuestadores aseguran que no conviene dar a Massa por muerto antes de tiempo, que ya demostró que es hábil para sacarle el jugo a algún tema de la coyuntura. Habrá que esperar.
Otro elemento a estudiar será el lanzamiento de Margarita Stolbizer, que aspira a recuperar lo que unos meses atrás juntaba el fallido Frente Amplio Unen. Los encuestadores creen que podría cosechar un parte del voto progresista antiperonista y de los radicales que no se resignan a votar a Macri. Puede que no sea mucho, pero se llevará posibles votantes de la alianza PRO-UCR-Carrió de la primera vuelta.
Lo que sí parece definido es la supremacía de Scioli ante el resto de los postulantes del Frente para la Victoria. El único que consiguió despegar del pelotón de los que no llegan a las dos cifras es Florencio Randazzo. Aunque sube, el zar de los trenes el parece lejos de poder alcanzar al gobernador bonaerense, que por algo es el principal blanco de sus críticas cada vez que le ponen un micrófono adelante. Los analistas marcan que su punto débil es su bajo nivel de conocimiento en el interior del país, algo que no es sencillo solucionar en el plazo que queda hasta las primarias. Ahí entraría en juego la posibilidad de un apoyo de la presidenta Cristina Kirchner, algo que cambiaría el panorama en una PASO del Frente para la Victoria. Aunque todo indica que la Presidenta buscará mantener en competencia a Randazzo únicamente para nivelar las cosas con Scioli y que luego se mantendrá prescindente en la interna. Sería lo lógico. Así las cosas, el gobernador tendría el camino allanado para ganar las primarias. Ahora, el ballotage, es otra historia.