En una alimentación sana y balanceada, incorporar carnes, fruta y verdura es fundamental. Sin embargo, hay una manera de ser saludable en las comidas si no te gustan las verduras.
Un consejo para lograr esto puede ser reemplazarlas por alimentos ricos en fibra, como frutos secos, cereales y carbohidratos vegetales, por los beneficios digestivos de la fibra.
Además, también es muy importante consumir frutas por las vitaminas y minerales que aportan al organismo.
Otra buena táctica es ocultar las verduras que no nos gustan, de manera que se consuman sin sentirle el sabor. Esto se puede hacer en guisos, caldos o salsas, o mezclarlas con proteínas y carbohidratos.
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