Mientras Mauricio Macri desayunaba en el club house del country “Estancia El Terrón” con el presidente de la Bolsa de Comercio de Córdoba, Manuel Tagle y los intendentes Daniel Salibi (Mendiolaza) y Eduardo Gato Romero (Villa Allende), un grupo de vecinos de las Sierras Chicas llegó al ingreso del barrio cerrado y desplegó una gran bandera wiphala en solidaridad y compromiso con la pachamama.
Durante unas tres horas, diferentes grupos de vecinos llegaban al lugar, protestaban, se quedaban un rato y luego se iban. Todos llevaban reposeras y posaban descansando, parodiando al Presidente, a quién un intendente tucumano lo había acusado de ser “domador de reposeras”. Uno de los vecinos tenía un cartel que decía “Macri finalista en el campeonato de reposera”.
Otros vecinos acusaron a Tagle de ecocida, por el desmonte realizado para construir el country “Estancia El Terrón”. En febrero de 2015, un temporal se abatió sobre la zona de Sierras Chicas y causó ocho víctimas fatales por las crecidas de los ríos producidas por la tala indiscriminada de árboles para proyectos urbanísticos.
La concejal Alicia Vogliotti del Movimiento de Participación Independiente de Mendiolaza fue una de las que participó de la protesta contra Macri en el ingreso al barrio cerrado: “Lo nuestro fue una presencia simbólica para repudiar o desconocer la decisión del presidente Macri, que fue acompañado por el intendente y otra gente, de venir a jugar golf a El Terrón y a hospedarse en un hotel de Manuel Tagle, todos representantes de la gran burguesía nacional. Más allá del destrozo ambiental que produjo El Terrón, también se produjo un cambio en la dinámica local: nosotros estamos encerrado entre siete countries. Eramos un pueblo tranquilo, de calles de tierra y de repente se comenzó a llenar de otro perfil social, con otras posibilidades económicas, con otra forma de vida, con autos de alta gama, con piletas, con riegos por aspersión. En este espacio, donde muchas veces El Talar no tiene agua, están regando la cancha de golf de El Terrón”.
Vogliotti le dijo a El Destape que “la llegada de Macri a descansar acá es la frutilla del postre, es el coloralio de esta gestión de este modelo neoliberal donde se prioriza a una determinada clase social en detrimento de las grandes mayorías, los que están detrás del alambrado y los que estamos afuera. La lucha por El Terrón es ícono de una lucha ambiental y social”.
Otro vecino que prefirió no dar su nombre, aseguró que “el complejo urbanístico El Terrón que quieren vender al mundo como si fuera la octava maravilla expresa un insulto a la Pachamama, a la destrucción de la madre tierra. La bandera wiphala que traemos aquí es la misma bandera de lucha que levantan los hermanos bolivianos que sufren la represión de un gobierno de derecha que fue avalado, precisamente, por otro gobierno de derecha como el de Macri”.