En medio de la crisis que desató la pandemia declarada por el nuevo coronavirus (Covid-19), Juntos por el Cambio está atravesado por un debate interno sobre el perfil de oposición que será frente al gobierno de Alberto Fernández. A la cabeza de los dialoguistas y crítico del liderazgo de Mauricio Macri está Emilio Monzó, quien en las últimas horas reapareció en una reunión con el intendente de Rosario, Pablo Javkin, y avanza en estos días en el armado de un espacio dentro de esa alianza para competir en las elecciones de 2021. Buena sintonía con Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau.
Tras abandonar la presidencia de la Cámara de Diputados, Monzó se tomó un descanso familiar para analizar su futuro político. Ya sin cargos, realiza un diagnóstico de la situación socioeconómica del país y se dedica a mantener encuentros, no solo con compañeros de espacio, sino con dirigentes de otros partidos. Fue así que, tras visitar ExpoAgro junto a Rogelio Frigerio, Monzó le envió un mensaje de WhatsApp a Javkin y se encontraron para compartir un almuerzo en un restaurante de Rosario, frente al puerto, que suele cobijar este tipo de reuniones políticas.
Fuentes consultadas por El Destape le bajaron el tono a la carga política ("tiene menos de lo que parece", apuntaron), sin embargo señalaron que "ambos se valoran como gente potable para construir, dialoguistas", pero que todavía "no hay nada concreto a futuro". Es que varios referentes nacionales, del radicalismo y el "macrismo sin Macri", lo tienen muy bien considerado para construir una nueva senda del medio más centrista.
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Monzó recorre el territorio bonaerense y es prudente por la crisis que vive el país. Por eso, prefiere no salir a criticar al Gobierno y mientras espera el impacto de las emergencias declaradas y las medidas económicas adoptadas, busca diferenciarse del ala dura personificada en Patricia Bullrich, Elisa Carrió, entre otros. “Juntos por el Cambio está agotado en su conformación original y hay que discutir quienes serán los nuevos representantes en esta etapa de exploración de conversaciones”, explicaron cerca de Monzó.
También Javkin mantiene una interna que cada vez levanta más temperatura en el Frente Progresista santafesino. Y es con el exgobernador Miguel Lifschitz. Primero el socialista lo cruzó por Twitter. Luego, el jefe comunal lo acusó de "irresponsable" por dilatarle al gobernador Omar Perotti la sanción de la Ley de Necesidad Pública, proyecto que incluye recursos extremadamente necesarios para los municipios.
Siempre como opositor, Monzó está predispuesto a colaborar con Fernández. Su postura se expresa en el subloque de ocho legisladores JxC en la cámara Baja, que encabeza un dirigente cercano a él, Sebastián García De Luca. El dirigente peronista quiere que este subloque “tenga una identidad dentro de Juntos por el Cambio, con criterio propio y que en los debates de fondo marque una posición disidente”.