Mauricio Macri se despidió del Gobierno con una cadena nacional y realizó un insólito balance de gestión

El Presidente apuntó contra el kirchnerismo y destacó seis objetivos que se autoplantearon como partido gobernante en 2015.

05 de diciembre, 2019 | 20.26

Mauricio Macri utilizó por primera y última vez la cadena nacional -exceptuando las destinadas al inicio de sesiones legislativas- y destacó que "por primera vez" un gobierno no peronista terminó su mandato. Tras el decreto publicado esta mañana, el presidente pidió un momento de "balance y reflexión" para analizar el país que dejó tras cuatro años de gestión. 

Con separadores, abordó distintas áreas que acordó destacar con su equipo de comunicación. Recordó seis objetivos que se autoplantearon en 2015, cuando llegaron al poder: mejorar la cultura del poder y la calidad democrática; resolver el vínculo con el mundo; combatir el narcotráfico y la inseguridad; impulsar el desarrollo humano; recuperar la energía e infraestructura y corregir desequilibrios económicos. Según su parecer, se lograron "avances muy importantes en todos estos ejes". Olvidó mencionar aquel slogan de "Pobreza Cero", uno de los tres que utilizó en la campaña electoral para llegar a la Casa Rosada.

En un extenso mensaje de 39 minutos, en comparación con los que brindó anteriormente, se detuvo en cada uno de los puntos para detallarlos y explayarse.

Energía e infraestructura

Cual clase de primaria, Macri abordó cada uno de los puntos con un análisis muy optimista respecto de la realidad y muy negativo sobre la "herencia". Aseguró haber recibido "un país sin energía y con una infraestructura vieja", una Argentina sin inversiones, cortes de luz y sin energías renovables. Pero, aseguró, "todos esos problemas están arreglados" y destacó que los ciudadanos "en 2015 pagaban el 15% de su factura de gas y hoy pagan el 80%".

El mensaje fue grabado con anterioridad y se lo vio muy tenso, con una edición fuerte mediante imágenes insertadas que le permitieron graficar sus conceptos: exportación de energía, mayor producción de gas, reactivación de Vaca Muerta y el impulso de las energías renovables. Dejando de lado, en este último punto, la investigación judicial por el negociado de los parques eólicos. El mandatario aseguró dejar "un país con más energía, con inversiones en marcha" y tarifa social para 3.000.000 de hogares. 

Macri y sus asesores planificaron un relato para intentar visibilizar las obras y gestiones que hizo su Gobierno. Informó que dejaron kilómetros de autopistas terminadas, otras en marcha, así como rutas asfaltadas "con transparencia y sin corrupción". Ahí no se detuvo su discurso antikirchnerista y argumentó que hasta su mandato la norma era la de la "corrupción, sobreprecios, obras que nunca se terminaban".

Para valorizar la entrega de grandes negociados, habló de la "revolución" de los cielos permitida gracias al ingreso de las aerolíneas low cost, rechazadas por los trabajadores por su amenaza a Aerolíneas Argentinas. Además, destacó las obras del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, donde una persona murió antes de las elecciones porque el macrismo apuró los trabajos para poder inaugurarlo.

Destacó, como logros, los carriles exclusivos para colectivos, la ampliación del uso de la SUBE y la mejora de los puertos, sin mencionar el negociado que intentaron hacer con el de Buenos Aires, el único federal del país, y que debieron dar marcha atrás por la resistencia de los trabajadores. 

 

Cultura del poder y calidad democrática

El Presidente sostuvo que "el cambio comenzó y no tiene vuelta atrás" para todos los argentinos y no sólo para quienes lo votaron. Después de atacar al kirchnerismo, manifestó que los ciudadanos son "más tolerantes", que trató de resolver los problemas y escuchar a todos, pero no especificó qué transformaciones de la "cultura del poder" efectivamente se cambiaron.

Hizo foco en "la libertad de expresión y de prensa", pasando por alto los miles de despidos en medios privados, el cierre de muchos de ellos, y las cesantías masivas en los públicos, pero "sin guerra contra el periodismo". También omitió que Cristobal López y Fabián De Sousa, los dueños del principal canal de televisión crítico de su gestión, terminaron presos sin condena.

Según el Presidente, se produjo una mejora de la Justicia, que en cuatro años se dedicó principalmente a avanzar contra exfuncionarios kirchneristas. Se centró en la sanción de la ley de flagrancia, que sirvió para perseguir y estigmatizar la pobreza, y manifestó que se avanzó en la lucha contra la corrupción. Destacó además la ley del arrepentido, utilizada por jueces y fiscales para direccionar declaraciones contra la ex presidenta Cristina Kirchner.

Para graficar el concepto de "transparencia", destacó la digitalización de los archivos y la eliminación del papel, así como aplicaciones destinadas a bajar el nivel de burocracia estatal. Esa transparencia, sostuvo, se reflejará también en las estadísticas que le dejará al gobierno de Alberto Fernández.

 

Desarrollo Humano

Se centró en la asistencia estatal para los sectores más vulnerables, que son quienes más sufrieron el aumento de la pobreza, la pérdida del empleo y la baja de la calidad de vida. Sin embargo, argumentó que su Gobierno incrementó los planes sociales, tanto para los menores como para los mayores.

Lo aseguró el día que la Universidad Católica Argentina reveló que su gobierno dejará más de un 41% de la población bajo la línea de la pobreza. Le destinó un capítulo a la educación (duramente cuestionada por todos los gremios docentes nacionales) y a la "mejora" en las jubilaciones, sin repasar las consecuencias negativas de la reforma previsional aprobada durante una represión en las afueras del Congreso.

También resaltó las medidas destinadas a la igualdad de género y las normativas para terminar con la violencia contra las mujeres. Después de derogar el protocolo de Interrupción Legal del Embarazo y eliminar el Ministerio de Salud, destacó el debate por el aborto legal y los planes para ejecutar la educación sexual y la entrega de métodos anticonceptivos.

 

Economía

"Estamos mejor preparados para crecer que hace cuatro años", dijo para después reconocer que no deja el poder "satisfecho" con el crecimiento de la economía durante su gestión o el objetivo de reducir la inflación, que se multiplicó.

Macri justificó que "durante más de dos años" tuvieron "éxito" en su intento de mejorar la economía pero se pusieron "en una situación demasiado frágil" culpa de la sequía y el fin del financiamiento que derivó en una crisis profunda.

Lejos de la realidad, creyó que a mitad de este año, después de duras devaluaciones, el país comenzaba a crecer económicamente, con una baja de la inflación. Nuevamente culpó a las PASO por la pérdida de valor del peso, sin contar su enojo y cansancio después de las elecciones que perdió por casi 17 puntos.

Pese a los problemas, argumentó: "El próximo Gobierno va a poder apoyarse en muchas de nuestras reformas para iniciar un período de crecimiento". En esos "cambios", destacó la baja del gasto público (que redunda en disminución de obras y asistencia social), así como una disminución de la presión tributaria que benefició a los sectores más poderosos.

No eludió la deuda externa contraída durante su Gobierno pero se justificó al asegurar que "dos de cada tres pesos fueron para pagar vencimientos de deuda tomados" en Gobiernos anteriores (según su relato, el 95% de la plata enviada por el Fondo Monetario Internacional) y pidió que "todos los sectores políticos" se comprometan para "dar confianza".

Si bien reconoció que el salario no mejoró, aseguró que la reducción del gasto y la suba de la deuda "son indispensables para crecer" y lamentó "no haber podido ofrecido mejores resultados". Pese a ésto, reflexionó que no se perdieron cuatro años y que la Argentina mejorará cuando valorice su moneda.

 

Vínculo con el mundo

En su cadena nacional, Macri destacó la integración con la región, apuntó contra Venezuela y sostuvo que ayudó a fortalecer el Mercosur, así como ampliar los horizontes con acuerdos con la Unión Europea.

 

Seguridad y Narcotráfico

El Presidente entendió que este área fue en la que más éxito tuvo su Gobierno. Analizó que se encontró con "fuerzas de seguridad desmotivadas y sin coordinación" que ahora son "ordenadas y profesionales, respetadas por la sociedad y respetuosas de la ley".

El hombre que avaló la doctrina Chocobar para habilitar a los policías a disparar por la espalda, reflexionó que bajaron las tasas de delitos y secuestros en la Argentina, así como que se dejó una "sociedad en paz".