Macrismo explícito: una importante empresa de transporte en crisis por el ajuste

11 de febrero, 2019 | 09.49

La empresa Ersa Urbano SA anunció hoy que entró en concurso preventivo de acreedores debido a una fuerte crisis financiera producto de la "devaluación, la suba de costos operativos por la inflación y el atraso tarifario".

Si bien seguirá operando al menos por ahora en las ciudades donde tiene presencia, la compañía ya decidió cesar su actividad en la ciudad de Santiago del Estero, la cual representaba un 8% del total de sus operaciones de transporte urbano.

Las dos decisiones, dijo la firma en una solicitada, tienen por objetivo proteger el trabajo de 4.232 personas y familias, que de manera directa trabajan en la empresa y garantizar la continuidad y regularidad del servicio en distintas jurisdicciones del país.

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La empresa aseguró que en los últimos años realizó un proceso de inversión en materia de transporte que le ha permitido contar con una de las flotas más modernas del país equipada con tecnología de punta.

"Ese proceso de innovación e inversión lo hizo para poder brindar el mejor servicio a los usuarios de las distintas ciudades en las que opera en el área del transporte urbano. Pero esta actividad, ha sido afectada por diversos factores económicos", dice la solicitada.

Y argumenta que sufrió el impacto una suba del tipo de cambio de más del 100%, un fuerte incremento de la tasas de interés y el severo aumento de los costos operativos, lo cual se sumó a la disminución en los subsidios y la baja de ingresos por la menor cantidad de pasajeros transportados.

Esas causas sumadas al "atraso tarifario del año 2018" conformaron para la compañía un cuadro de situación "que impide atender adecuadamente obligaciones oportunamente asumidas".

Por estas causas -dijo la empresa en el texto de la solicitada- Ersa Urbano SA ha iniciado un proceso de reestructuración de deuda mediante el concurso preventivo de acreedores.

No obstante la firma aclara que la reestructuración de pasivos se limita a Ersa Urbano, y no alcanza a las empresas vinculadas que actúan en áreas tales como el transporte de larga de distancia, saneamiento ambiental, el transporte de cargas a granel y el alquiler de autos, entre otras.

Estas empresas continuarán con sus actividades con total normalidad en tanto se trata de operaciones independientes y autosustentables, sujetas a normas y condiciones diferentes al fuertemente regulado negocio del transporte urbano de pasajeros.

"En sus más de 55 años de vida, Ersa debió enfrentar diversas situaciones de la realidad económica de la argentina, cumpliendo siempre con sus obligaciones y superando estas dificultades, como lo hará una vez más", sostuvo la compañía.