Así lo señaló un relevamiento realizado por el Instituto de Estudios de Consumo Masivo (INDECOM), que preside Miguel Ángel Calvete, quien también es director ejecutivo de la Federación de Supermercados y Asociaciones Chinas (Fesach).
Al analizar las fluctuaciones de precios al consumidor y volúmenes de ventas durante el último cuatrimestre, el estudio arrojó datos sombríos para el consumo, que en los últimos años ofició de motor de la economía argentina.
El informe destaca que los productos que más aumentaron sus precios son los de primera necesidad, como los lácteos, panificados y carnes, fueron, que en general también se convirtieron en los que menos se consumieron.
La estampida inflacionaria generó también "cambios notorios en los hábitos de consumo" de los argentinos, según el relevamiento realizado entre el 1 de noviembre de 2015 y el 29 de febrero de 2016 inclusive.
Se evaluó el movimiento de precios y los volúmenes de venta de 253 productos de la canasta básica, incluyendo alimentos, bebidas, higiene personal y artículos de limpieza, en unos 653 puntos de venta entre almacenes, hipermercados y autoservicios chinos.
El estudio fue realizado en el ámbito geográfico de la Capital Federal, Gran Buenos Aires, Rosario, Mar del Plata, Paraná, Córdoba Capital, San Miguel de Tucumán, San Fernando del Valle de Catamarca, Salta Capital, Mendoza y Neuquén.
El sachet de un litro de leche fue el producto que más aumentó su precio en góndola, con un 38,2% y una baja en las ventas del 2,1%; la factura de panadería fue lo que más se dejó de vender, con una baja del 23,4%, debido a la suba del 27,8% en el precio.
Cayó un 13% el consumo del pan tipo Felipe (de 8 piezas), cuyo precio trepó en un 36% en cuatro meses; los yogures se encarecieron 35,4%, y sus ventas bajaron entre 4% y 11%, según marca y calidad. Los cortes de carne subieron hasta un 34% en valor, pero el consumo cayó entre 9 y 11% en Capital Federal; hasta 16,2% en el Gran Buenos Aires (donde están los mayores bolsones de pobreza) y hasta 21,4% en el interior del país.
Si se analizan los cortes individualmente, se observa un claro cambio en los hábitos de consumo: se reemplazó el peceto por la falda; la milanesa de peceto o bola de lomo por cuadrada; creció el consumo de churrasco de paleta, en detrimento de los bifes con hueso, y que se duplicó el consumo de carne picada.
Los polvos de lavar la ropa aumentaron los precios en un 32,4% y bajaron sus ventas en un 18,3%, mientras que otros productos de higiene personal como jabones de tocador y desodorantes que incrementaron sus valores en un 29,7%, y el consumo cauó 16%.
Apenas por debajo aparecen los quesos, en todas sus formas, que mostraron una suba de precios del 29,3%, al igual que los fideos secos que se comercializaron por arriba del 28,7%; en ambos rubros las caídas en las ventas rondaron el 14%.
El informe detalla que los detergentes subieron un 28% y perdieron ventas por un 11%; las harinas se fueron para arriba en un 27,2% y mermaron sus ventas en un 2,3%; los productos tomatados, con alzas del 24,5% en sus costos bajaron sus ventas 2,8%.