En su recorrido por la Casa Rosada, el presidente Alberto Fernández se horrorizó por un detalle en las instalaciones del edificio. "Qué desastre han hecho", dijo el primer mandatario al respecto.
Según detalló la periodista Liliana Franco, Fernández expresó su sorpresa al observar, junto a funcionarios que lo acompañaron, el estado de los andamios, que quedaron de la gestión anterior, y las roturas de paredes de una zona considerada de gran valor arquitectónico.
"Qué desastre han hecho", dijo Fernández al observar el estado de las obras en el ingreso principal de Balcarce 50, que está clausurado y, por lo tanto, empleados y visitantes utilizan la entrada de Balcarce 24.
Sin embargo, su indignación se dio por la destrucción de una escalera histórica, que databa de 1890, para construir un ascensor.