La Justicia analiza irregularidades en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), bajo la gestión de Ralph Haiek, el funcionario designado por el entonces presidente Mauricio Macri. Las entidades de cine denuncian que hubo un sistema de corrupción al que se desviaron los fondos subejecutados para el fomento del cine. Documentalistas Argentinos (DOCA), Directores Independientes de Cine (DIC) y la Asociación de Productores y Realizadores Independientes (APRI) señalan al ex presidente del Instituto, Ralph Haiek, y el ex gerente general, Juan Francisco García Aramburu.
En la última semana se sumaron nuevos elementos que complicarían a Haiek; los denunciantes afirman que, además de una malversación de fondos, se puede hablar de un sistema doloso de corrupción y propaganda. "Hay pruebas suficientes en contra de Haiek para que se lo llame a declaración indagatoria. Estamos seguros de que durante el desarrollo del proceso se seguirán encontrando pruebas a través del relevamiento que tiene que hacer la propia Justicia, con la que la gestión actual del Incaa prometió colaborar”, relató Juan Mascaró, presidente de DOCA, en un comunicado a la agencia Télam.
Las denuncias hicieron que se abrieran cuatro expedientes en los juzgados federales de Marcelo Martínez de Giorgi, Sebastián Casanello, Rodolfo Canicoba Corral y Ariel Lijo. Fuentes de El Destape confirmaron que la causa que se le adjudicará a Haiek acumulará todas las denuncias. Además de señalar el incumplimiento de la Ley de Cine, la malversación de fondos alcanzaría los 800 millones de pesos. La Ley de Cine obliga a destinar el 50% de los fondos de fomento del cine al subsidio de películas nacionales, y esto se contrapone con las medidas negativas que se llevaron adelante con Haiek: Se dejaron de otorgar créditos en los dos últimos años de gestión y se abandonó el control sobre las salas de exhibición que tienen que cumplir con una cuota mínima de películas nacionales.
Por las denuncias de malversación de fondos, Ralph Haiek podría enfrentar una pena de dos años de cárcel. “Se organizó y perfeccionó un sistema doloso de corrupción” y, como parte de él se destinó a “pagar los pasajes en primera clase de los funcionarios del Incaa, sobreprecios en contrataciones y en obras innecesarias, especialmente las del cine Gaumont, en la Enerc (Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica)” y en las contrataciones para el Festival de Mar del Plata y Ventana Sur”, explica la denuncia.
Las irregularidades en las contrataciones incluyen en la documentación exhibida: el pago de 300.000 pesos por un pato inflable para colocar sobre el lobo marino de la Rambla de Mar del Plata, en la edición 2017 del Festival Internacional de Cine de esa Ciudad, o el gasto de 2 millones de pesos en cajas de navidad en una cantidad que duplica el número de trabajadores del Instituto. También se incluyó en la denuncia judicial un modus operandi con el se justificaban los gastos: " cuando hay una necesidad particular, se inventa un viaje. Por ejemplo, ver las salas de cine de Paris, cuando en realidad desde el INCAA se sacan las entradas para un partido de futbol del Paris Saint Germain".
Como cereza del asunto, la denuncia ratifica que Ralph Haiek, "quiso ir al mundial de futbol de Rusia con un amigo e invento una parada en Paris para una reunión". Desde la gestión actual de Luis Puenzo se mostrarán colaborativos durante el proceso de investigación.