Esta tarde se llevará adelante una reunión de emergencia entre las autoridades de Conmebol y los presidentes de River y Flamengo. Los clubes finalistas definirán, junto a Alejandro Domínguez, la nueva sede para la final de Copa Libertadores en caso de mudarla desde Chile hacia otro escenario. Sin embargo, este dato no sería el único que podría sufrir modificaciones: también cambiaría la fecha.
Las próximas horas de este martes serán cruciales para saber, primero, si se juega en Paraguay, Uruguay, Miami o Chile. Y, en segundo lugar, se conocerá si el partido mantiene su fecha pactada para el sábado 23 de noviembre o se corre una semana.
Sí, la final de la Copa Libertadores tiene chances de pasar al 30 de noviembre para ganar siete días más en cuanto a la cuestión organizativa. De este modo, miles de hinchas del fútbol (no sólo han comprado tickets los seguidores de los clubes brasileños y argentinos, también lo han hecho espectadores neutrales) tendrán que modificar sus itinerarios en caso de que se modifique el recinto y la fecha pactada inicialmente.