El Gobierno recaudó $ 29.000 millones en la licitación de letras y bonos de hoy, con lo que acumula el 88% necesario para hacer frente a los $ 73.000 millones que vencen del Bogato el viernes próximo, el segundo gran bono que heredó de Cambiemos. El ministro de Economía, Martín Guzmán, cambió su estrategia respecto a febrero, cuando debió reperfilar el título público emitido por Luis Caputo por no conseguir suficientes adhesiones al canje que había propuesto.
El Palacio de Hacienda consiguió $ 9.297 millones en efectivo a cambio de $ 708 millones de las Lebad que rigen hasta mayo y de $ 8.589 millones por las Lebad de julio. Además, consiguió el recambio de $ 19.436 millones de Bogato por $ 33.200 millones de Boncer y $ 14.486 millones de las Lebad de julio. Había recibido 302 órdenes de compra por $ 56.983 millones.
Con esta nueva colocación, ya quedan en circulación $ 22.297 millones de las Lebad que vencen en mayo y $ 23.075 millones de las de julio y $ 40.756 millones de BONCER a 2021, según precisó Economía.
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Guzmán organizó una agenda de seis suscripciones, antes y después de la fecha de vencimiento: el lunes 2 de marzo y hoy fueron las previas y las post serán el 9, 19, 26 y 31 de marzo. En la primera licitación acopió $ 35.438 millones, que se sumados a los de hoy, totalizan $ 64.171 millones, el 88% de los recursos necesarios.
El viernes vencen $ 73.000 millones de Bogato, de acuerdo a los registros oficiales. Este título había sido emitido por Caputo el 6 de marzo de 2018, cuando se desempeñó como ministro de Finanzas, en medio de la corrida cambiaria que Mauricio Macri cerró con el salvavidas del FMI. El mayor préstamo en la historia del organismo multilateral de crédito alivió temporalmente la presión del dólar, pero la inestabilidad del modelo económico de Cambiemos volvió a generar una crisis poco después.
Este cambio de estrategia de Guzmán con el A2M2 le generó resultados muy superiores a los que consiguió con el primer bono de Caputo. A mediados de febrero sólo un 10% de esos tenedores había aceptado un canje por otro título, que incluía una quita atada al precio de mercado del activo, vapuleado desde el reperfilamiento que realizó Mauricio Macri después de las PASO presidenciales.
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El AF20 se concentra en un 80% en tenedores extranjeros, principalmente institucionales, como Tempelton, fondo aliado al endeudamiento macrista. Esto dificultó el proceso, dado que las compañías lo habían considerado un activo dolarizado. Por esto, Guzmán decidió tratarlo como al resto de la deuda en dólares, de modo que postergó su vencimiento a septiembre y lo incluyó dentro de las negociaciones de reestructuración. Desde entonces, Economía consiguió canjear un 8% adicional de los ya reperfilados.
Los vencimientos de deuda pública con el sector privado suman entre marzo y junio alrededor de $ 600.000 millones, de acuerdo al cálculo de la consultora PxQ. Esto incluye pagos de capital de bonos, LECAP y LEBAD e intereses. Desde la Secretaría de Finanzas se mostraron ofuscados con conductas de tipo oportunistas y de persecución de rentas extraordinarias en corto plazo de algunos bonistas institucionales.
"No contribuyen a los objetivos de sostenibilidad dentro del proceso de normalización de la curva de rendimientos en pesos", mencionaron desde la dependencia a cargo de Diego Bastourre. Esgrimieron que, de persistir estas actitudes "en cuantías significativas, serán correspondientemente abordadas utilizando todas las herramientas legales disponibles".
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