El hallazgo de la segunda caja negra del avión de Germanwings confirma las presunciones que se tenían. El copiloto Andreas Lubitz descendió el avión y luego aumentó la velocidad intencionalmente hasta estrellarlo en los alpes franceses, causando la muerte a 150 personas, entre ellos tres argentinos.
El examen provisional del aparato, informó la agencia Télam, señaló que Lubitz recurrió al piloto automático para iniciar el descenso y lo modificó posteriormente para incrementar la velocidad, según señaló la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA) de Francia.
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"Una primera lectura revela que el piloto presente en la cabina utilizó el piloto automático para que el avión descendiera hacia una altitud de 100 pies (unos 30 metros) y que, varias veces a lo largo del descenso, modificó el reglaje para aumentar la velocidad del avión", apuntó el organismo en un comunicado oficial.
La segunda caja negra fue hallada ayer, diez días después del accidente en el que murieron todos los ocupantes de la aeronave, un Airbus A320. El dispositivo fue llevado primero al cuartel general de campaña situado en la localidad de Seyne-les-Alpes y ayer mismo fue trasladado a la sede parisina del BEA.
El organismo francés fue el responsable también de analizar la primera caja negra, que contiene las grabaciones del audio en el interior de la cabina, y que permitió a los investigadores llegar a la hipótesis principal que Lubitz, de 27 años, accionó el descenso del avipon tras tomar los mandos y negarse a abrirle la puerta al comandante.
Desde entonces se supo que el copiloto recibió hace años tratamiento psicoterapéutico por "tendencias suicidas" y que tenía un certificado médico de baja por enfermedad psiquiátrica que había roto y ocultado a la empresa, vigente para el día del siniestro.
La investigación dio cuenta además que Lubitz, quien reciéntemente se había separado de su pareja, buscó por Internet información sobre métodos para suicidarse y sobre el funcionamiento de las puertas de las cabinas de vuelo, según comunicó la fiscalía de Düsseldorf.
El avión de Germanwinds, que se dirigía de Barcelona (España) a Düsseldorf (Alemania), se estrelló el 24 de marzo provocando la muerte de 150 personas, entre ellos tres argentinos: Juan Armando Pomo, Gabriela Maumus y Sebastián Grecco.