Francia tendrá segunda vuelta entre los liberales y la ultraderecha

24 de abril, 2017 | 08.01

El liberal Emmanuel Macron se impuso en la primera vuelta de las eleccionespresidenciales de Francia, y disputará el balotaje del 7 de mayo con la ultraderechista Marine Le Pen, quien quedó en segundo lugar, con lo que el país europeo vivirá un duelo inédito sin la participación de los partidos tradicionales de derecha e izquierda que dominaron el panorama político en las últimas décadas.

La eliminación de la carrera al Elíseo del conservador Francois Fillon y al izquierdista Jean-Luc Mélenchon, allanó el camino a Macron, al que muchos franceses otorgaron su confianza a último momento porque lo veían con más posibilidades de aglutinar el voto anti Le Pen.

"En un año, hemos cambiado la cara de la política francesa", celebró Macron, de 38 años, quien con su joven iniciativa ¡En Marcha! se erigió como el candidato del establishment para hacer frente a la decepción y frustración ciudadana con la élite política en el poder.

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En su bunker electoral y frente a una multitud de simpatizantes que cantaban victoria, Macron, hasta hace unos meses ministro de Economía del actual gobierno socialista, aseguró que "no existe más que una Francia, la de los patriotas dentro de una Europa que nos protege".

"El desafío es abrir una nueva página en nuestro país para que todos puedan encontrar su lugar", añadió el candidato antes de prometer que intentará "unir" a los franceses para vencer en la segunda vuelta la ultraderechista y anti europeísta Le Pen.

Con el recuento de la primera vuelta todavía en marcha, empezaron a publicarse sondeos sobre el balotaje, que Macron ganaría con el 62% de los votos frente al 38% de Le Pen, según el instituto demoscópico Ipsos.

En la primera vuelta, con el 96% de los votos escrutados, Macron conseguía el 23,91% de los votos, frente al 21,42% de la candidata de 48 años del xenófobo Frente Nacional (FN) francés.

En el tercer y cuarto puesto se ubicaban el conservador Francois Fillon y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, con un 19,94% y 19,54%, respectivamente.

El resultado de las elecciones, las más reñidas y abiertas de la historia reciente de Francia, confirmó los pronósticos de los últimos días de una campaña electoral que finalizó con el sobresalto de un atentado reivindicado por la milicia Estado Islámico (EI), que acabó con la vida de un policía en los Campos Elíseos de París tres días antes de la cita con las urnas.

Los franceses votaron bajo extremas medidas de seguridad, por primera vez con el país en estado de emergencia, que entró en vigor desde los ataques yihadistas del 13 de noviembre de 2015, y acudieron masivamente a las urnas, ya que sondeos locales estimaron que la abstención fue de alrededor del 23%.

El hartazgo con la política ha tenido menos peso que la voluntad de los franceses de decidir el futuro de su país en un momento en el que está en juego la preservación de la Unión Europea y el rumbo que tomará el mundo tras la elección de Donald Trump en Estados Unidos y el triunfo del Brexit en el Reino Unido.

Macron, un ex banquero, es el candidato favorito de la Unión Europea (UE): es partidario de reforzar el eje París-Berlín, que es el motor del proyecto europeo, y de mantener el déficit controlado por debajo del 3%. Además, si se impone en la segunda vuelta se convertirá en el presidente más joven de la V República.

Su rival ultraderechista en el balotaje tiene esperanzas de convertirse en la primera mujer en llegar a la Presidencia de Francia. Para Le Pen el desafío es también evitar la derrota humillante que sufrió en segunda vuelta su padre, Jean- Marie Le Pen, en 2002, cuando tras eliminar sorpresivamente en primera vuelta al primer ministro socialista Lionel Jospin perdió en el balotaje frente a Jacques Chirac, quien se impuso con más del 80% de los votos.