Según un informe de la Cámara Industrial de Manufacturas de Cuero y Afines (CIMA), el año 2017 concluyó con una suba de las importaciones de marroquinería del 43,50 por ciento en unidades, respecto al año anterior.
En el año 2016, las importaciones habían aumentado un 38 por ciento respecto al 2015. Por lo que, en los últimos dos años las importaciones del sector subieron más de un 80 por ciento.
“Vemos con preocupación que, lejos de disminuir, las importaciones del sector siguen creciendo. El problema más grave es que esta suba se da en un contexto de un mercado interno deprimido que no se recupera. Este año las ventas de manufacturas del cuero cayeron más de un 15 por ciento en unidades”, advirtió el presidente de la Cámara, Ariel Aguilar.
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En el informe se detalla que en todo el año pasado, se importaron 53.486.052 productos de marroquinería confeccionada en tela, plástico y cuero, mientras que, en el 2016 la suma total de importaciones de estos artículos fue de 37.272.866 unidades. Es decir, que en 2017 ingresaron al país un total de 16.213.186 de unidades más que durante todo el año anterior.
“La capacidad instalada de nuestras fábricas está en el orden del 65 por ciento, lo cual significa menos empleo y menos valor agregado en un sector que podría ser altamente competitivo por diseño, mano de obra y calidad de materias primas”, indicó Aguilar.
Asimismo, el relevo de CIMA indica que las importaciones medidas en dólares entre enero y diciembre de 2017 crecieron un 14 por ciento en relación al mismo período de 2016.
En dos años de gestión macrista, el número de importadores aumentaron el doble, de 400 en 2015 a más 800 en 2017. En tanto, desde la Cámara aclararon que “el sector siempre ha convivido con la importación, el problema surge cuando no existe una administración inteligente del comercio exterior y se permite que productos importados inunden el mercado, ejerciendo, en muchos casos, una competencia desleal con el productor local”.