La precandidata a vicepresidenta por la unidad peronista, Cristina Kirchner, presentó su libro "Sinceramente" en Santiago del Estero. Desde el escenario, hizo un duro análisis de la crisis argentina y aseguró que los problemas no se resolverán mágicamente de un día para el otro pero se comprometió a trabajar para reconstruir el país.
"Yo ya fui presidenta y siento la necesidad de poder ayudar y colaborar a terminar con esta catástrofe social y económica que viven los argentinos y argentinas", dijo la senadora, entrevistada por Marcelo Figueras, columnista de El Destape Radio.
Desde le escenario, la ex mandataria aseguró: "La historia no se repite nunca. Siento y sentí la necesidad de poder dar un gesto, poder despojarme de todas las vanidades legítimas que tiene cualquier persona y dar un testimonio de que estamos dispuestos a ayudar a unir a los argentinos en un momento difícil para todos y todas".
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En ese trabajo, remarcó que muchas personas la agarraron de la mano, la frenaron y le pidieron "volvé", pero aclaró: "No es una cosa de nostalgia, sino que la gente está muy mal en serio, está angustiada porque le han puesto las patas para arriba". Por eso, pidió no ser egoísta y ayudar al otro.
En esa línea, remarcó su "absoluto compromiso para poder trabajar fuertemente por reconstruir un país que, no duden, va a atravesar grandes dificultades", incluso más de las que hay actualmente. "Sería mentirosa si les dijera que todo se va a solucionar mágicamente. Es imposible solucionar mágicamente un endeudamiento tan brutal", advirtió y recordó: "Me tocó y me dolió mucho que aquélla épica y gesta que hicimos con Néstor, cuando decide con Lula (da Silva) pagar al Fondo Monetario Internacional para desembarazarnos de su tutelaje. Ahora esa deuda de 9 mil y pico de millones de dólares se ha transformado en una de 57 mil y pico millones de dólares". Esa será la dificultad del nuevo gobierno.