El derrape de la economía está reacomodando el escenario electoral. Cristina Kirchner se fortalece y podría ganar en primera vuelta, pero asoma el fantasma de que Mauricio Macri se caiga entes de octubre. También la posibilidad de que Cambiemos termine el mandato, pero salga tercero en octubre y la segunda vuelta se dirima entre las dos vertientes del peronismo.
La salida del libro de Cristina y las palabras que diga el 9 de mayo en la Feria del Libro serán lo más parecido a un lanzamiento que se verá hasta el 22 de junio. Todos saben que será candidata, pero, luego de la feria, el silencio seguirá siendo la estrategia hasta el cierre de listas. ¿Para qué cambiar lo que está bien?
En la provincia tampoco se definirá fórmula por ahora, pero el constante crecimiento de Axel Kicillof en las encuestas y lo bien que lo reciben en el interior de la provincia ya casi no dejan dudas sobre su candidatura. Lo acompañaría una mujer: Verónica Magario, que al hacerse cargo de la legislatura conformaría las ambiciones del PJ provincial, o alguien que refuerce el sesgo del interior, como Paco Durañona.
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Las principales espadas del kirchnerismo piensan que si hay balotage lo jugarán contra Mauricio Macri. El presidente sigue concentrando el voto anti K y Alternativa Federal no crece. La posibilidad de que se baje y ceda su lugar a María Eugenia Vidal la ven como una jugada peligrosa, que podría debilitar aún más al presidente y poner en peligro la estabilidad institucional. “La única posibilidad de que Macri salga tercero es que se les vaya la UCR”, advirtió una fuente cercana a Cristina a El Destape.
La pretendida unidad del peronismo se va diluyendo. Alternativa Federal seguramente tendrá candidato. La mala performance de Macri anima al sector a jugar e intentar entrar a la segunda vuelta.
Lavagna dice que será candidato y que va a ser depositario de los votos que Macri pierde día tras día. Su pronóstico aún no se verificó. Sergio Massa sigue midiendo más que el ex ministro de economía.
Ahora todos los ojos miran a Córdoba. Un triunfo categórico de Juan Schiaretti lo convertiría en objeto de presiones del poder económico para que los represente. Con Massa y Lavagna estancados y Vidal presa de Macri, el cordobés será tentado a ir por el premio mayor. Ganar la provincia y de inmediato anotarse para jugar por la presidencia. La duda es su salud
La preocupación del kirchnerismo es que el establishment, al ver que Macri pierde, impulse un golpe de mercado y busque imponer un sustituto cercano a sus intereses, vía Asamblea Legislativa. Un escenario que se teje es que asuma Schiaretti, tranquilice los mercados y luego apoye a Lavagna como candidato o se proponga él mismo.
Como se ve, el ritmo de la economía arma y desarma escenarios y pone y saca candidatos. Hasta ahora la única que sigue creciendo a un ritmo de medio punto mensual y acercándose a los 40 puntos es Cristina. Si los pasa puede ganar en primera vuelta.