El Gobierno y su lucha contra la morosidad y los bancos

Los problemas crediticios de las familias y las empresas son un escollo para la reactivación. El Gobierno puso presión al sector financiero para frenar la sangría.

23 de febrero, 2020 | 00.05

Esta semana, el Gobierno aceleró su cruzada contra la especulación financiera y lanzó un paquete de anuncios para rebajar las tasas de interés. La morosidad y las dificultades crediticias para las familias y las empresas representan un dolor de cabeza para el objetivo: poder volcar ingresos al consumo y reactivar la producción.

La recesión y el deterioro en la cadena de pagos del último año hicieron mella en los consumos de las familias y en los cobros de las empresas. Según el último informe del Banco Central, la morosidad en préstamos al sector productivo trepaba al 5,3% de los créditos totales, muy lejos del nivel registrado al de 2018, cuando llegaba al 1,8%.

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Además, el saldo de financiamiento a las familias se incrementó 1,8% en términos reales y 5,1% nominalmente, una suba alentada por la mayor financiación con tarjetas de crédito. La morosidad en los trabajadores tocó su pico en los últimos 12 meses y la incapacidad pago de octubre se incrementó casi 8% respecto de igual mes de 2018.

De acuerdo a un trabajo de la empresa de cobro de deudas Martínez de Alzaga, el techo de la morosidad alcanzó un 43,55%, impulsado por las Telecomunicaciones. Los efectos de la crisis generaron que el segmento que no paga porque perdió el trabajo, creció de 3,7% al 11,3%.  Es que en base a estas estadísticas, cabe destacar que el saldo de financiamiento a las familias descendió 18,2% en términos reales, si se compara al mismo mes de 2018.

Aunque el peso mayor siguió siendo liderado por aquellos que aducen una demora a la hora de cobrar el salario (41,2%) creció de 35% a 38% entre julio y octubre de 2019 la proporción de los que no pagan porque no les alcanzan sus ingresos. Mientras la mora para tarjetas de crédito se ubicó en torno al 25%, en los créditos pasó de 40,16% en agosto a 51,82% en octubre.

El documento oficial alertó a su vez por el impacto en otros sectores. El Central informó que, en términos interanuales, el saldo de préstamos en pesos al sector privado cayó 20,8% real. El crédito total a las empresas (en moneda nacional y extranjera) se redujo en términos reales 3,2% en comparación con septiembre y 19,9% al mismo mes del año anterior.

PRESIÓN DEL GOBIERNO

En ese contexto, la entidad que conduce Miguel Pesce estableció que los bancos no podrán cobrar tasas superiores al 55% para financiar compras realizadas con tarjeta de crédito. El directorio de la autoridad monetaria también congeló por 180 días las comisiones o cargos que cobran por los diferentes servicios, tras comprobar que las entidades habían vuelto a enviar en las últimas semanas avisos a sus clientes anunciando nuevos incrementos que comenzarían a regir desde marzo.

La decisión de avanzar en un tope a la tasa de tarjetas estuvo directamente relacionada con el pedido del presidente, Alberto Fernández, que se había quejado de los exorbitantes intereses que cobraban los bancos. La apuesta del Gobierno es que en marzo las familias tengan la posibilidad de financiar parte de esos consumos a menor costo, un aliciente con el que -confían- se animen a volcar al consumo interno para reactivar el mercado.

En el mismo sentido, el BCRA dispuso una nueva baja del límite inferior de la tasa de interés de Letras de Liquidez (Leliq) de cuatro puntos, pasando de 44% a 40% en términos nominales anuales. Con esta reducción, la tasa de referencia en términos efectivos se ubica en 48,3% anual, con lo cual se intentó marcarle la cancha a las entidades privadas.

No contento con eso, un importante grupo de legisladores del Frente de Todos encabezado por el senador Oscar Parrilli impulsa un proyecto de ley para limitar la tasa para tarjetas de crédito que apliquen entidades bancarias y no bancarias. El documento prevé limitar las tasas de interés y punitorios y/o resarcitorios por financiación de saldos.

El parámetro que utilizaría el Central será la tasa referencia de las Leliq "o por la que el BCRA determine como tasa de política monetaria". En ese sentido, el proyecto soslayó que la entidad emisora "deberá obligatoriamente exhibir al público en todos los locales la tasa de financiación aplicada al sistema de tarjeta de crédito".

Según el informe sobre bancos elaborado por el Central, el margen de la rentabilidad del sistema financiero del último año 2019 arrojó un resultado de $ 842.481 millones, dentro de los cuales $ 624.000 millones corresponden a la ganancia de las firmas privados. Es decir que el 74% de las mismas fueron obtenidas por las entidades no estatales.

En el puesto número uno aparece el Banco Hipotecario para este tópico, que fija una tasa anual efectiva de hasta 224,37% para su producto tarjeta nacional. Debajo, el HSBC estipula una financiación a un año con una tasa de 156,65%.

Por su parte, el Banco Patagonia presta a través de la tarjeta con un interés de 156,64%. El ranking sigue con el Banco Columbia, cuya tasa asciende a 154,29%.

En la nómina siguen el BBVA con 153,88%, Santander con 151,65%, Itaú 149,61%, Supervielle 146,39%, Comafi 145,93% y Galicia 140,55%.