Durísima respuesta de la CGT a Macri tras la represalia por la marcha

24 de agosto, 2017 | 08.53

El triunviro de la CGT Juan Carlos Schmid admitió este jueves que hay "mar de fondo" entre la central obrera y el Gobierno nacional, tras la movilización del martes pasado, y advirtió que "los que están en la Casa Rosada son apenas inquilinos", ya que "los dueños de la República son el resto del pueblo".

Además, afirmó que "las victorias no son buenas consejeras", al referirse al buen resultado electoral que tuvo el oficialismo en las elecciones primarias.

"Hay mar de fondo. Nosotros tenemos una agenda social que no se resuelve únicamente con el voto. Se resuelve con medidas que tome el Ejecutivo, con un abordaje integral de los problemas", sostuvo Schmid en declaraciones a radio La Red.

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Al referirse al resultado de las PASO, en las que Cambiemos fue la fuerza más votada a nivel nacional, el sindicalista advirtió que quienes gobiernan son "inquilinos", ya que "los dueños de la República son el resto del pueblo".

"Siempre hemos dicho que los que están en la Casa Rosada son apenas inquilinos, los dueños de la República son el resto del pueblo. Entonces, tienen que abrir un poco más el oído, tener una cuota de mayor sensibilidad. Siempre las victorias, desde mi punto de vista, no son buenas consejeras. A veces se aprende más de los fracasos", subrayó.

Consultado sobre los funcionarios desplazados por el Ejecutivo tras la marcha, presuntamente por sus vínculos con la CGT, Schmid dijo que eso no le consta y que "casi todos los funcionarios del Gobierno actuaron para que no se realizara" la movilización, cosa que calificó como "de manual".

De todas formas, aseguró que "son reacciones propias de un gobierno que se sabe ganador" aunque advirtió que "tal vez, no tengan los cuidados políticos necesarios si es que verdaderamente quiere retomar un diálogo que va a terminar favoreciendo a todos, porque el Gobierno tiene dos años por delante y nosotros tenemos que convivir".

El triunviro sostuvo también que no tienen una "posición rígida" en la central obrera y recordó el brindis de fin de año que mantuvieron con el presidente Mauricio Macri.

"El año pasado, al final, cuando parecía que había en marcha una mesa de diálogo y después se frustró por la postura del sector empresario, el gobierno publicó una nota donde estábamos brindando con el Presidente, lo que significó mucho costo social para la dirigencia. Parece que hasta el año pasado éramos buenos y ahora nos volvimos comunistas. Hay que tener otra interpretación", sostuvo.

Respecto a la interna que existe en la CGT, admitió que "hay diferencias" pero afirmó que van a hacer "el esfuerzo" entre todos los sectores para que no se fracture porque "lo peor que podría hacer el sindicalismo es que, frente a toda esta cuestión que está esgrimiendo el Poder Ejecutivo, se divida".

Por último, se refirió a la posibilidad de lanzar un paro nacional, cosa que va a determinar el Comité Central Confederal, "el órgano más democrático que tiene la CGT".

"Necesitamos trabajar el paro, la protesta, la elaboración de un plan que contemple otro enfoque. He manifestado en más de una ocasión que no estoy de acuerdo con este enfoque económico. Y no creo que toda la población haya comprendido todo esto", aseveró.