El juez federal Claudio Bonadio continuó con la ronda de indagatorias a empresarios, entre ellos Héctor Zabaleta, ex directivo de Techint mencionado por el chofer Oscar Centeno, quien acordó colaborar en la causa que investiga la trama de los cuadernos de las coimas y quedó en libertad.
Durante la jornada también se presentaron en los tribunales de Comodoro Py Javier Fernández, actual auditor general de la Nación que negó los escritos de Centeno, y el empresario Rudy Ulloa, quien también rechazó los cargos en su contra y se negó a prestar declaración indagatoria.
Tras pasar la noche detenido, Zabaleta declaró ante el juez y aportó nombres de otras personas que estarían involucradas en los hechos que se investigan, por el presunto pago de sobornos por la concesión de obra pública y para el financiamiento de campañas electorales del kirchnerismo, indicaron fuentes judiciales.
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Precisamente, Zabaleta acordó con el fiscal Carlos Stornelli brindar información relevante para la causa a cambio de que se le reduzca una eventual condena y se sumó así a los empresarios Angelo Calcaterra, Javier Sánchez Caballero y Juan Carlos de Goycoechea, que tomaron el mismo camino y también fueron excarcelados.
"Lo llevé al Lic. al edificio de Techint, donde subió Héctor al auto y bajaron con su tarjeta al segundo subsuelo, donde le entregó a Baratta un paquete con dinero y luego salimos a la calle, donde se bajó Héctor y nosotros seguimos. Lo llevé al búnker de Scalabrini Ortiz 3358, dejó el paquete y lo llevé al Lic. al ministerio [sic]", escribió Centeno en sus cuadernos en octubre de 2008.
Fernández, en tanto, llegó cerca de las 9.30 a los tribunales de Comodoro Py y permaneció allí unas tres horas: al brindar su testimonio aseguró que no tenía ninguna relación con la trama de presunta corrupción que se relata en los cuadernos de Centeno, a pesar de que allí se lo menciona como operador judicial del peronismo y se lo involucra en el mecanismo de pagos ilegales.
Antes de ingresar al Juzgado Fernández insistió ante la prensa que nunca le entregó "una valija y un bolso" al ex número dos de Julio De Vido, Roberto Baratta, como figura en los escritos de Centeno, y que tampoco conoce a los empresarios involucrados en la causa.
"Me tomé un tiempo necesario para interiorizarme sobre la causa judicial. Declaré todo lo que tenía que declarar, pero nunca estuvieron ni el juez Bonadio ni el fiscal Carlos Stornelli. Lo que dicen los cuadernos es todo mentira: jamás entregué una valija y un bolso, y no conozco a los empresarios", sostuvo Fernández en declaraciones reproducidas por La Nación.
A los Tribunales, el auditor llevó además "una valija llena de documentación" con los informes que hizo en la Auditoría General de la Nación y las denuncias que presentó "contra distintos funcionarios del kirchnerismo", precisó para desligarse del escándalo.
Junto al ex juez Norberto Oyarbide, quien declarará este miércoles, Fernández está acusado de mantener reuniones con magistrados federales y ex funcionarios del Ministerio de Planificación, con el objetivo de "trabar causas judiciales" que recaían sobre la anterior gestión en los Tribunales de Comodoro Py.
A su turno, Rudy Ulloa, ex chofer de los Kirchner devenido en empresario de medios en Río Gallegos, escuchó los cargos que se le imputan, pero se limitó a negar las acusaciones y no quiso declarar: el santacruceño aparece en los escritos de Centeno como partícipe de reuniones con Baratta y su secretario privado, Nelson Lazarte, quienes le habrían entregado "dividendos".