Los delegados en la conferencia laborista votan contra los recortes del gobierno británico

25 de septiembre, 2024 | 14.43

Los miembros del Partido Laborista británico votaron por un estrecho margen en contra de la decisión del gobierno de limitar los pagos de combustible de invierno a los ancianos, una medida simbólica que aumenta la presión sobre el primer ministro Keir Starmer, que respalda los recortes para estabilizar la economía.

Starmer, que trató de levantar el ánimo en la conferencia anual del partido gobernante con su discurso del martes, ha defendido los recortes a los pagos para ayudar a los ancianos a cubrir las facturas de combustible diciendo que el dolor a corto plazo es necesario para estimular el crecimiento económico.

No obstante, los delegados presentes en la conferencia que celebra el partido en la ciudad inglesa de Liverpool votaron en contra del gobierno a mano alzada el miércoles tras un apasionado discurso de Sharon Graham, líder de Unite, uno de los mayores sindicatos británicos.

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En medio de una gran ovación, Graham dijo que no entiende "cómo nuestro nuevo gobierno laborista puede recortar el subsidio de combustible de invierno para los pensionistas, pero dejar intactos a los súper ricos. Esto no es lo que la gente votó, es una decisión equivocada y hay que revertirla".

Starmer afirma que se vio obligado a tomar decisiones difíciles después de que el anterior gobierno conservador dejara un agujero negro de 22.000 millones de libras esterlinas (29.000 millones de dólares) en las finanzas públicas, una acusación que los conservadores niegan.

Preguntado por la votación, Starmer declaró a GB News: "Entiendo por qué los colegas del movimiento laborista estén tan preocupados por esta cuestión. La política de la conferencia no hace la política del gobierno y hemos tenido que tomar una decisión difícil. La razón por la que esto es tan importante es que queremos y vamos a estabilizar la economía".

Sin embargo, la polémica sobre los recortes ensombreció la conferencia y parece que seguirá siendo un punto de conflicto entre algunos sindicatos, tradicionales defensores de los laboristas, y un gobierno centrado en contener el gasto para cumplir sus objetivos fiscales.

Graham dijo que las reglas fiscales son "autoimpuestas" y agregó que "la decisión de mantener las reglas fiscales pende como una soga alrededor de nuestros cuellos".

Con información de Reuters