La cadena pública británica BBC se defendió hoy frente a los señalamientos de figuras políticas que cuestionaron su decisión editorial de referirse al grupo islamista radical Hamas como integrado por "militantes" en lugar de "terroristas".
El revuelo se generó a raíz de los comentarios del ministro de Defensa, Grant Shapps, quien en una entrevista con la radio LBC esta mañana, afirmó que la postura de la BBC era "casi vergonzosa".
A su voz se unió el líder del partido laborista, Keir Starmer, quien coincidió en que el término "terrorista" sería el más apropiado.
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Starmer instó a la BBC a explicar por qué llama a los combatientes de Hamas "militantes" y no "terroristas" en su cobertura noticiosa.
Un portavoz de la BBC subrayó que la emisora se ha apegado a un enfoque que ha sido consistentemente empleado a lo largo de décadas, y que refleja la neutralidad de la emisora.
"Siempre nos tomamos muy en serio nuestro uso del lenguaje. Cualquiera que vea o escuche nuestra cobertura, oirá la palabra 'terrorista' utilizada muchas veces; se la atribuimos a quienes la usan, por ejemplo, al Gobierno del Reino Unido".
El editor y veterano corresponsal en el extranjero de la BBC, John Simpson, también ofreció su perspectiva al respecto en una red social.
"Los políticos británicos saben perfectamente por qué la BBC evita la palabra 'terrorista' y, a lo largo de los años, muchos de ellos en privado han estado de acuerdo con ello. Llamar a alguien terrorista significa tomar partido y dejar de tratar la situación con la debida imparcialidad", explicó.
El libro de estilo de la BBC proporciona una perspectiva adicional, mencionando que el término terrorista puede obstruir más que ayudar a la comprensión.
Sugiere describir de forma precisa al perpetrador, empleando términos como bombardero, atacante, pistolero, entre otros.
La BBC reiteró su compromiso de informar de manera objetiva, permitiendo que las audiencias construyan sus propias evaluaciones.
Sin embargo, las críticas no cesan. Shapps, por ejemplo, instó a la emisora a "arreglar su brújula moral" y reconsiderar su línea editorial.
Con información de Télam
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