Miles de manifestantes se concentraron el domingo en Jerusalén para exigir la liberación de unos 130 rehenes que siguen retenidos en Gaza tras seis meses de guerra de Israel contra Hamás.
Los hombres armados de Hamás irrumpieron en Israel el 7 de octubre, mataron a 1.200 personas en sus casas, en bases militares, en carreteras y en una fiesta al aire libre, e infligieron violencia sexual a algunas de sus víctimas, según un equipo de expertos de la ONU.
Los pistoleros también tomaron 253 rehenes, entre niños y ancianos, civiles y soldados. Alrededor de la mitad de ellos fueron liberados como parte de un breve acuerdo de tregua a finales de noviembre.
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El domingo se reanudaron en Egipto las conversaciones para lograr otro alto el fuego que incluyera la liberación de decenas de rehenes más.
Sin embargo, algunas familias de los rehenes se muestran recelosas, ya que las anteriores rondas de negociaciones no llegaron a ninguna parte y algunos de los rehenes murieron en cautiverio.
"Sus familias y todo el mundo aquí está harto. Y la gente tiene que entenderlo, y el mundo tiene que levantarse y recuperarlos", dijo Michal Nachshon, de 39 años, que se dirigió desde Tel Aviv a la protesta ante el Parlamento israelí.
"Está por encima de la política. Está por encima de la religión, es una cuestión humanitaria y eso es lo que hemos venido a gritar hoy", añadió.
Aunque algunos padres de rehenes en la manifestación del domingo pidieron al primer ministro Benjamin Netanyahu que hiciera más para traer a casa a los rehenes, los oradores mantuvieron en su mayoría mensajes apolíticos, centrándose en su dolor y en la necesidad urgente de traer a casa a sus seres queridos.
A la pregunta de si el gobierno estaba haciendo lo suficiente para traer de vuelta a los rehenes, el 56% de los encuestados en un sondeo emitido el domingo por la cadena israelí N12 News respondieron que no, frente al 39% que dijeron que sí.
En las últimas semanas, se han intensificado las protestas contra el gobierno de Netanyahu, y algunos críticos acusan al veterano dirigente de ser lento en asegurar un acuerdo, acusación que él niega rotundamente.
El gabinete de Netanyahu se ha enfrentado a críticas generalizadas por el fracaso en materia de seguridad del 7 de octubre, el día más mortífero en Israel y el peor ataque contra judíos desde el Holocausto.
Algunas concentraciones exigiendo la celebración de elecciones han sido organizadas por grupos de protesta que encabezaron las manifestaciones masivas que sacudieron Israel en 2023. Los sucesivos sondeos de opinión realizados desde el 7 de octubre muestran que Netanyahu sería derrotado por los centristas.
(Reporte adicional de Maayan Lubell; Editado en Español por Manuel Farías)