Ucrania sigue "dispuesta" a negociar con Rusia, aunque las conversaciones están suspendidas desde que el país y las potencias occidentales acusan a las fuerzas rusas de cometer matanzas de civiles en medio de su retirada de los alrededores la capital ucraniana, afirmó hoy el presidente Volodimir Zelenski, que se reunió en Kiev con el primer ministro británico Boris Johnson y el canciller austriaco, Karl Nehammer.
"Ucrania siempre dijo que estaba dispuesta a negociaciones y que buscaría las posibilidades de parar la guerra. Paralelamente, vemos desgraciadamente preparativos para combates importantes, algunos dicen que decisivos, en el este" ucraniano, dijo Zelenski.
"Estamos dispuestos a luchar y a buscar paralelamente caminos diplomáticos para parar esta guerra. Por ahora contemplamos mantener un diálogo de forma paralela", aseguró en una conferencia de prensa con el canciller austriaco Karl Nehammer, quien está en Ucrania.
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La última ronda de conversaciones cara a cara entre rusos y ucranianos se celebró el 29 de marzo en Estambul. En ellas, Ucrania detalló sus principales propuestas con vistas a un acuerdo con Moscú, entre ellas su "neutralidad" a cambio de un acuerdo internacional para garantizar su seguridad, recordó la agencia de noticias AFP.
"En el este y en el sur observamos una concentración de armas, equipos y tropas que se disponen a ocupar otra parte de nuestro territorio", lamentó Zelenski.
El mandatario ucraniano mantuvo además un encuentro en Kiev con Boris Johnson, que realizó una visita sorpresa para demostrar la "solidaridad" de su país ante la invasión de Rusia, informó el gobierno británico.
El jefe de Gobierno británico prometió vehículos blindados y misiles antibuques a Ucrania y celebró la resistencia contra la invasión rusa como "la mayor hazaña del siglo XXI".
"Gracias al decidido liderazgo del presidente Zelenski y al invencible heroísmo y el coraje del pueblo ucraniano, los monstruosos planes del (presidente ruso Vladimir) Putin han sido desbaratados", dijo Johnson, citado en un comunicado de Downing Street.
Tras el encuentro, Zelenski llamó a ejercer "aún más presión" sobre Rusia. "Otros países deberían seguir el ejemplo del Reino Unido", señaló el mandatario ucraniano en una conferencia de prensa, en la que dijo que es tiempo "de imponer un embargo total sobre el sector energético ruso y aumentar la provisión de armas para Ucrania", informó CNN.
Johnson es el primer jefe de Estado o de Gobierno de las potencias del G7 que viaja a Kiev desde el inicio de la invasión, el 24 de febrero. El presidente estadounidense, Joe Biden, había estado a fines de marzo en la vecina Polonia, donde se reunió con dos ministros ucranianos.
Downing Street, despacho oficial del gobierno británico, confirmó el encuentro en la capital ucraniana, un día después de que el Reino Unido anunciara el envío de nuevo material militar por valor de 130 millones de dólares.
Esta ayuda comprende el envío de misiles antiaéreos Starstreak, misiles antitanque, municiones de precisión, además de cascos adicionales, chalecos antibalas y gafas de visión nocturna.
Ayer, Zelenski recibió a Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
Von der Leyen fue junto al jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell y al jefe del Gobierno eslovaco, Eduardo Heger, a la localidad de Bucha, cerca de la capital ucraniana, donde aparecieron decenas de cadáveres con vestimenta civil tras haber estado ocupada por las tropas rusas durante semanas.
Ucrania acusa a las fuerzas rusas de la matanza, que conmocionó a la opinión pública internacional, mientras que el Kremlin lo niega y asegura que se trató de un "montaje" de Kiev.
El canciller austríano Neammer, que a su llegada a Kiev pidió "investigar a fondo" lo ocurrido en Bucha con expertos internacionales independientes, visitó hoy esa localidad cercana a Kiev.
En su primera visita al país desde que asumió el cargo, Nehammer prometió más ayuda política y humanitaria al Gobierno ucraniano.
Austria, que no es miembro de la OTAN, proporcionó hasta ahora, entre otras cosas, 10.000 cascos y 9.000 chalecos protectores para uso civil.
Al mismo tiempo, al igual que Alemania, es uno de los estados de la UE que rechaza por ahora la demanda de Zelenski de prohibir las importaciones de gas ruso.
La UE informó hoy que hablará sobre su apoyo a la investigación de posibles crímenes de guerra cometidos en Ucrania al reunirse con el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) en los próximos dos días.
Karim Khan, el fiscal del tribunal con sede en La Haya, se reunirá el domingo con Borrell en Luxemburgo y luego participará en una cita con los ministros de Relaciones Exteriores del bloque el lunes, precisó la agencia de noticias AFP.
Las indagaciones sobre la responsabilidad en posibles crímenes de guerra se intensificaron ayer tras un bombardeo contra una estación de trenes en Kramatorsk, en el este de Ucrania, que dejó más de 50 muertos, todos civiles que intentaban huir ante la amenaza de la ofensiva rusa.
Un día después del bombardeo, las evacuaciones de civiles seguían por autopista, incluyendo las de decenas de supervivientes que pasaron la noche en una iglesia del centro de la ciudad, no lejos de la estación.
Zelenski calificó el acto de "maldad sin límites" por parte de Rusia, mientras que el Kremlin acusó a Kiev por el ataque, que sería el más letal desde que comenzó la invasión hace seis semanas.
Kramatorsk se encuentra en una zona de la provincia de Donetsk no controlada por la autoproclamada república del mismo nombre, una región rusoparlante de Ucrania que se alzó en armas contra la conducción nacional del país hace ocho años, luego de que Kiev no cumpliera con determinadas medidas de autonomía a las que se había comprometido en los acuerdos de paz de Minsk de 2014 y 2015.
Las provincias de Donetsk y Lugansk integran la región esteña del Donbass, de mayoría de población de cultura e idioma ruso, que viene reclamando su independencia de Ucrania y donde se concentra actualmente la invasión militar rusa.
En tanto, el Gobierno de Ucrania denunció hoy que más de 15.000 personas se encuentran desparecidas y que más de una veintena de hospitales fueron destruidos desde el comienzo de la invasión rusa.
Desde el inicio de la ofensiva, en Ucrania se constató la muerte de 1.766 civiles, mientras que 2.383 resultaron heridos, según un balance publicado hoy por Naciones Unidas, que suele advertir que estima que la cifra real es superior.
Por su parte, la Fiscalía de Menores de Ucrania denunció hoy que al menos 176 niños murieron y 324 resultaron heridos en ataques perpetrados por Rusia desde el 24 de febrero.
Con información de Télam