Los ministros de Finanzas del G20 condenaron hoy en duros términos la invasión rusa a Ucrania, próxima a cumplir cinco meses, durante su reunión en Indonesia en la que responsabilizaron a Rusia del impacto de la guerra en la economía mundial, mientras la Unión Europea (UE) aprobará un quinto tramo 500 millones de euros más para enviar armas a Ucrania.
Así lo anunciaron en la cita de dos días que comenzó en la isla de Bali a la sombra de la guerra que ha agitado los mercados, disparado los precios de los alimentos y la inflación, una semana después de que los cancilleres del bloque confrontaran en el mismo ámbito al jefe de la diplomacia rusa, quien abandonó las reuniones en varias ocasiones.
"Rusia es el único responsable de los efectos negativos en la economía mundial", dijo la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, a la delegación rusa en la sesión de apertura, reveló un funcionario.
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A ella se unió la ministra canadiense de Finanzas, Chrystia Freeland, quien señaló a la delegación rusa de ser responsable de "crímenes de guerra" en Ucrania por su apoyo a la invasión, según un funcionario de ese país.
"No son solo los generales los que cometen crímenes de guerra, son los tecnócratas económicos los que permiten que la guerra ocurra y continúe", declaró Freeland, que cuenta con orígenes ucranianos, reprodujo la agencia de noticias AFP.
Los ministros de Finanzas ruso, Anton Siluanov, y ucraniano, Serhiy Marchenko, participarán virtualmente en la cita.
Moscú envió al viceministro ruso de Finanzas, Timur Maksimov, a la conversaciones en persona y estuvo presente cuando Yellen y Freeland expresaron sus condenas, según una fuente que estuvo en la reunión.
Paralelamente, los ministros de Exteriores de la UE aprobarán un incremento en la ayuda a Ucrania durante la reunión que mantendrán el próximo lunes en Bruselas, explicaron fuentes diplomáticas citadas por el portal alemán de noticias Deutsche Welle.
La UE acordó por primera vez financiar el envío de armas el 27 de febrero, tan solo tres días después de que Moscú iniciase la invasión contra Ucrania, en una decisión sin precedentes.
Desde entonces ha ido aprobando cuatro tramos de 500 millones de euros, de tal manera que los países de la UE pueden recuperar parte del dinero que gastan para apoyar a Kiev en el envío de armamento letal y no letal
En Tanto, el Kremlin desmintió hoy versiones difundidas ayer sobre un bombardeo a civiles en la ciudad ucraniana de Vinnitsia, 270 kilómetros al suroeste de Kiev, que causó 23 muertes, y aseguró que el ataque en cuestión fue a "la casa de los oficiales" de esa ciudad donde se celebraba una reunión del "mando de las fuerzas aéreas ucranianas con representantes de proveedores extranjeros de armas".
"Gracias a este ataque con misiles de precisión Kalibr, los participantes en la reunión fueron eliminados", añadió el ministerio en un comunicado reproducido parcialmente por el portal ruso de noticias RT.
La versión ucraniana, profusamente difundida, es que los misiles alcanzaron un estacionamiento y un edificio comercial en el centro de la ciudad, con oficinas y pequeños comercios.
Por este ataque, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, volvió a acusar a Rusia de "terrorismo" por atacar una zona civil en la que, según afirmó, no había ningún objetivo militar.
Por otra parte, un británico que había sido capturado en abril por las fuerzas prorrusas del este de Ucrania acusado de mercenario murió en prisión el 10 de este mes, anunciaron hoy las autoridades separatistas.
"Pese a la gravedad de sus crímenes, Paul Urey recibía atención médica adecuada. A pesar de ello, y a raíz de su diagnóstico y el estrés, murió el 10 de julio", indicó en Telegram la encargada de derechos de los separatistas de la región de Donetsk, Daria Morozova, asegurando que se trataba de un mercenario y no de un trabajador humanitario como sostenía la versión ucraniana.
Con información de Télam