Estados Unidos anunció el levantamiento de algunas sanciones contra Venezuela, entre las que se incluyen la prohibición a la petrolera estadounidense Chevron de negociar con la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Así lo confirmó un funcionario de alto nivel de la administración de Joe Biden y explicó que la decisión es en respuesta a las conversaciones que tuvieron una delegación de Estados Unidos y Nicolás Maduro en marzo pasado, en las que abordaron el tema de "seguridad energética"; en ese encuentro, la Casa Blanca aseguró que no estudiaba por el momento comprar petróleo a Venezuela aunque si indicó que trataron el tema energético.
En tanto, las conversaciones entre la oposición y el oficialismo venezolano no se reanudaron después de haberse cortado en octubre pasado pero, adelantó el funcionario estadounidense, la vuelta de las conversaciones "deberían anunciarse pronto".
"El Tesoro, con la orientación del Departamento de Estado, emitió una licencia limitada que autoriza a Chevron a negociar los términos de posibles actividades futuras en Venezuela. No permite entrar en ningún acuerdo con PDVSA o cualquier otra actividad que involucre a PDVSA o al sector petrolero de Venezuela. Entonces, fundamentalmente, lo que están haciendo es solo permitir que hablen", explicó un alto funcionario de Biden.
También eliminaron de la lista de personas sancionadas a Carlos Erik Malpica-Flores, exfuncionario de alto rango de PDVSA y sobrino de la primera dama de Venezuela, sancionado en 2017. De todas maneras, desde el gobierno de Biden ratificaron que continuarán las sanciones contra decenas de venezolanos, incluido el fiscal general del país y el jefe del sistema penitenciario, y más de 140 entidades, entre ellas el Banco Central de Venezuela.
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La industria petrolera venezolana es blanco de sanciones por parte de Estados Unidos desde el 2017 de manera que la industria quedó inhabilitada para realizar cualquier transacción que con empresas que usen el sistema bancario estadounidense.
Con sede en California, Chevron es la última gran compañía petrolera estadounidense en hacer negocios en Venezuela, donde invirtió por primera vez en la década de 1920. Sus cuatro empresas mixtas con PDVSA produjeron alrededor de 200.000 barriles por día en 2019, pero el gobierno de EE. UU. le ordenó en 2020 que redujera la producción y, desde entonces, solo permitió realizar trabajos esenciales en pozos petroleros para preservar sus activos y mantener los niveles de empleo en Venezuela.