Los presidentes de Venezuela y Guyana, llegaron este jueves a la isla de San Vicente y las Granadinas para intentar resolver la disputa respecto al Esequibo, una zona de cerca de 160.000 kilómetros cuadrados rica en petróleo. El conflicto es histórico, pero alcanzó su pico máximo en las últimas semanas, cuando Venezuela impulsó un plebiscito para anexar ese territorio y Brasil advirtió que quiere evitar una guerra en la región. El encuentro se lleva a delante con el auspicio de Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Comunidad del Caribe (Caricom), más el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva como observador.
"Vamos a aprovecharlo al máximo en función de que nuestra América Latina y el Caribe siga siendo una zona de paz como lo hemos aprobado", manifestó el presidente venezolano, Nicolás Maduro, al llegar al lugar en donde fue recibido por el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves.
El conflicto comenzó a recrudecerse en 2015 cuando fue descubierta una de las mayores reservas petroleras a nivel mundial, con 11 millones de barriles de crudo en el pequeño país de 800 mil habitantes. Desde entonces, Venezuela comenzó a hacer más énfasis en su reclamo sobre ese territorio que alega como propio, basados en la idea de que en épocas de la colonia, Inglaterra le arrebató esa zona y más tarde, junto con Estados Unidos, la entregaron a la pequeña Guyana.
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Después del referéndum del 3 de diciembre -que ganó con el 95% la anexión, según las autoridades venezolanas, aunque las cifras de participación fueron cuestionadas por la oposición del país-, se hizo presente la amenaza de invasión y la inminencia de un conflicto armado en la frontera con Brasil. De hecho, Maduro llegó a presentar un nuevo mapa oficial del país que cubre la región del Esequibo y, frente a una multitud en Caracas, firmó decretos que crean oficialmente el estado. de Esequibo.
De cara a que esa situación no escale, los presidentes del Mercosur -reunidos el 7 de diciembre- manifestaron su preocupación e hicieron un llamado al diálogo, que sería acompañado por la Celac y la Caricom.
En ese contexto, este jueves, el encuentro en Kingstown, comenzó en una sala reservada entre ambos líderes en donde Brasil hace de observador con el asesor especial de la presidencia para Asuntos Internacionales, Celso Amorim. Según informó Globonews, la posición es evitar "acciones unilaterales que agraven la situación", tal como lo expresó el presidente brasileño, Lula.
La reunión es vista como un primer paso para calmar la crisis que se agravó cuando Guyana, de alguna manera, respondió a las acciones de Venezuela junto con Estados Unidos, con quien formó una asociación militar el año pasado, centrándose en la crisis del Esequibo, y anunció sobrevuelos militares en la región. Eso, mientras estudia la creación de una base militar en esa misma región.