La secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Cnucyd), Rebeca Grynspan, evaluó hoy que es urgente actuar contra la deuda de los países desfavorecidos, debilitados por la guerra y el aumento de los precios de alimentos, carburante y fertilizantes derivado de ella.
La pandemia de coronavirus redujo el margen de maniobra presupuestaria de los países en desarrollo e incrementó su deuda, precisó Grynspan, en una entrevista con la agencia de noticias AFP.
La guerra entre Ucrania y Rusia produjo un aumento del costo del flete en un 34%, en momentos en que también se incrementan los precios de las cadenas de suministro mundiales, según datos de la organización que anticipa que los países empobrecidos no podrán lidiar con esta situación sin ayuda.
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"Necesitamos un mecanismo mejor de restructuración y de reducción de la deuda. Es algo que se debe discutir en el G20 y también en las reuniones de primavera que tendremos en abril, en el Banco Mundial y en el Fondo Monetario Internacional (FMI)", defendió la ex vicepresidenta de Costa Rica.
Según la Cnucyd, los países en vías de desarrollo podrían necesitar 310.000 millones de dólares para garantizar la amortización de la deuda pública externa en 2022, lo que equivale al 9,2% del monto pendiente de la deuda pública externa a finales de 2020.
Los países que parecen más vulnerables a un impacto brutal causado por las presiones de refinanciación y un alto ratio de amortización de la deuda respecto a las exportaciones son Pakistán, Mongolia, Sri Lanka, Egipto y Angola, mientras que Egipto solicitará apoyo financiero al FMI, detalló esta semana la organización.
La responsable pide que se suspenda el servicio de la deuda para los países con ingresos más bajos, como se hizo durante la pandemia de coronavirus hasta finales de 2021.
"Si no, no serán capaces de pagar sus deudas", sostuvo.
Con una acción coordinada urgente, se podría evitar que la guerra en Ucrania provoque "un efecto dominó sobre la crisis de la deuda", sobre "la crisis del hambre" y sobre "la estructura financiera mundial", agregó Grynspan.
Las repercusiones económicas del conflicto afectarán sobre todo a las importaciones netas de productos alimentarios, según la Cnucyd, que llamó a "supervisar urgentemente" la situación de 36 países muy dependientes de las importaciones de trigo ucraniano y ruso, "la mayoría se encuentran en África y en Oriente Medio".
Con información de Télam