Putin puede conquistar Ucrania pero perder Rusia, advirtió el ensayista Moisés Naím

16 de marzo, 2022 | 12.43

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, puede conquistar Ucrania y al mismo tiempo perder el control de su país como consecuencia de la invasión iniciada el mes pasado, afirmó el ensayista, economista y periodista venezolano Moisés Naím, quien vaticinó que la guerra en el territorio ucraniano será prolongada.

"Estamos muy temprano, va a haber una tensión permanente porque, aunque Putin prevalezca, habrá un pueblo en armas que va a tener la simpatía de un mundo que ha reaccionado", dijo Naím en conversación con Télam desde Washington, a través de la plataforma Zoom.

"Habrá una insurrección apoyada por los aliados" y en ese contexto "es posible que Putin esté conquistando a Ucrania y, al mismo tiempo, perdiendo a Rusia", porque "de seguir las sanciones feroces, va a terminar postrada la economía rusa", sostuvo.

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En ese caso, "Rusia va a terminar más pobre y aislada; eso va a empujar a la gente a la calle y la manera de reaccionar de Putin es el terror, como vimos en Chechenia y Siria", dijo Naím.

Agregó que si, como cree, la guerra en Ucrania se prolonga, "Putin tiene más capacidad para modificar la situación, para alterarla", y en ese escenario el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, "debe seguir conquistando la simpatía del mundo".

Naím opinó que "lo que está en juego no es solo Ucrania" sino también la propia Rusia, y que Putin ataca a Ucrania porque teme que este país se integre culturalmente a Europa.

"Putin quiere a los ucranianos culturalmente rusos para tenerlos bajo control porque lo necesita para mantener el control de Rusia, porque teme que los rusos quieran parecerse a los ucranianos y, en ese sentido, precisa una Ucrania diezmada y fallida, y no una Ucrania exitosa", reflexionó.

Con respecto al líder ruso, Naím destacó que "hay 118 referencias" a él y a "sus conductas" en el libro que acaba de publicar, "La revancha de los poderosos", en el que señala al presidente ruso, entre otros líderes, como paradigma del modelo que define como "autócratas 3P", por "populismo, polarización y posverdad".

Ese texto sucede -y complementa- a "El fin del poder", que Naím publicó en 2013, "cuya tesis es que en el siglo XXI el poder se ha hecho más fácil de obtener, más difícil de usar y más fácil de perder", y en el que el autor "examinaba cuáles eran las fuerzas centrífugas que lo estaban fragmentando".

El nuevo ensayo, explicó, "profundiza en las fuerzas centrípetas que concentran el poder", que "coexisten y siempre coexistieron" con aquellas que a su juicio lo fragmentan, a tal punto que la "interacción" entre ambos tipos de fuerzas "explica gran parte de las convulsiones que hoy vemos en el mundo".

Naím sostuvo que "las 3P han existido siempre" y que "el populismo es frecuentemente confundido con una ideología pero no lo es", sino que es "un conjunto de tretas, estrategias y trucos para mantener el poder y conservarlo por mucho tiempo".

Por ese motivo, según Naím, gobernantes tan distintos ideológicamente como el exprimer ministro de Italia Silvio Berlusconi y el expresidente de Venezuela Hugo Chávez comprendieron de modo similar que "es fundamental la presencia en los medios de comunicación, meterse todos los días en las casas de los ciudadanos" y "fueron pasmosamente idénticos en la manera de utilizar las 3P".

Del mismo modo, para él, "se parecen las conductas" de los presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y México, Andrés Manuel López Obrador, aunque sus países tengan "culturas políticas tan diferentes".

El exdirector de la revista Foreign Policy y actual conductor del programa de televisión "Efecto Naím" y columnista de diarios de varios países remarcó que "las 3P se entrelazan y actúan para mantener en el poder a aquellos que ya lo tienen o a quienes lo alcanzaron con métodos poco éticos".

Afirmó que la novedad, en todo caso, es que "ahora el populismo se ha hecho global y tecnológico" y que "la polarización se ha potenciado porque se ceba en la posverdad, que es lo que antes se llamaba propaganda, aunque la posverdad es mucho más que la propaganda".

No obstante, en su opinión existen "una polarización buena, que es aquella en la que grupos ideológicamente diferentes chocan pero al final hay un resultado democrático, y una polarización mala, en la cual la división de la sociedad es tan profunda que se hace imposible gobernar".

Naím sustentó su tesis en que "en los últimos 15 años hay una recesión de la democracia", pues en ese período "bajó la cantidad de países que son democracias completas", de 28 a 21, según el índice que desde 2006 elabora la Unidad de Inteligencia de la revista británica The Economist.

Agregó que la causa principal de ese fenómeno es "la realidad económica y social, que hace que sea cada vez más difícil gobernar con éxito", y, como aumenta la percepción de que "los gobiernos no logran solucionar los problemas de la gente", eso "lleva a la antipolítica y a pedir que se vayan todos".

Con información de Télam