El director general de la agencia de energía atómica de la ONU, el argentino Rafael Grossi, alertó hoy en Ucrania que la actividad militar alrededor de la central de Zaporiyia "está aumentando" y suma así un escenario de riesgo a la confirmación que hizo Bielorrusia de que albergará armas nucleares tácticas rusas en respuesta a "presiones" occidentales, tal como había adelantado el Kremlin.
"Hay un número creciente de tropas y vehículos militares, artillería pesada y más acción militar alrededor de la planta", precisó el titular del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) en la ciudad ucraniana Dnipro.
Grossi, en una entrevista con la televisora CNN, agregó que la planta de energía atómica más grande de Europa está sufriendo apagones "repetidamente".
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Así, señaló que "en unas pocas horas" tanto él como su equipo cruzarán "la línea del frente".
"Voy a continuar con mis consultas para tratar de establecer protección alrededor de la planta y evitar un accidente nuclear con posibles consecuencias catastróficas", alertó, según la agencia de noticias Europa Press.
Paralelamente, la cancillería bielorrusa confirmó el anuncio que hizo el sábado el presidente de Rusia, Vladimir Putin, de que su país desplegará armas nucleares de corto alcance en el territorio de su aliado Bielorrusia en respuesta a la decisión del Reino Unido de suministrar a Ucrania proyectiles de uranio empobrecido.
"Desde hace dos años y medio que Bielorrusia enfrenta presiones sin precedentes de parte de Estados Unidos, Gran Bretaña y sus aliados", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores bielorruso en un comunicado en el que denunció una "injerencia directa y grosera" en los asuntos internos del país.
Las sanciones económicas y políticas contra esta ex república soviética aliada de Rusia están acompañadas del "refuerzo del potencial militar de la OTAN" en el territorio de los países miembros de la alianza vecinos de Bielorrusia, agregó.
En ese contexto, Bielorrusia está "obligada a tomar medidas de represalia", dijo la cartera, según la agencia AFP.
La nota agregó que Bielorrusia no tendrá control de esas armas y que su despliegue "no contradice en modo alguno los artículos I y II del Tratado de No Proliferación Nuclear".
Bielorrusia está gobernada desde 1994 por el presidente Alexandr Lukashenko, un aliado de Rusia que prestó su territorio para que Moscú invadiera Ucrania desde el norte en febrero de 2022.
Según Putin, los preparativos para el despliegue comenzarán en abril, y debería estar completado para julio.
El anuncio provocó duras críticas de países occidentales y hoy se sumó un nuevo cuestionamiento de parte del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
"Esto es un tipo de discurso peligroso y es preocupante", declaró a periodistas en la Casa Blanca.
Biden también reiteró que su país no tiene registro de que ya se haya producido el desplazamiento del arsenal a Bielorrusia. "Todavía no lo hicieron", dijo.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, visitó ayer posiciones cercanas al frente de combate en la región de Zaporiyia y pudo también reunirse con Grossi, con quien compartió además la situación de la central hidroeléctrica del Dnieper.
Será la segunda vez que el director general del organismo -acompañado por un grupo de expertos, el séptimo de este tipo desde que comenzó la misión de apoyo en la planta-, visite la planta y la primera desde el despliegue de la presencia permanente del OIEA, el 1 de septiembre.
Grossi apuntó el fin de semana que su viaje busca además garantizar una rotación regular de los expertos del OIEA.
Con información de Télam