El líder de Camboya pidió hoy al presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que tenga compasión por su pueblo y no use bombas de racimo que le entregará Estados Unidos para pelear contra Rusia.
El premier Hun Sen recordó que decenas de miles de camboyanos murieron en la década de 1970 por bombas de racimo lanzadas por Estados Unidos, y llamó a Zelenski, a aprender de esta "experiencia dolorosa".
"Sería el mayor peligro para los ucranianos durante muchos años, incluso hasta cien, si se usaran bombas de racimo en las áreas ocupadas por Rusia en territorio ucraniano", tuiteó Hun Sen, que gobierna Camboya desde hace 25 años.
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Estados Unidos arrojó aproximadamente 260 millones de municiones en racimo en Camboya y Laos durante la guerra de Vietnam entre 1964 y 1973 en un intento de atacar bases comunistas.
"Por compasión por el pueblo ucraniano, pido al presidente de Estados Unidos, como proveedor, y al presidente de Ucrania, como receptor, que no utilicen bombas de racimo en la guerra", prosiguió Hun Sen.
"Las verdaderas víctimas serán los ucranianos", dijo, informó la agencia de noticias AFP.
Después de 30 años de una guerra civil que terminó en 1998, Camboya sigue siendo uno de los países más minados del mundo.
Alrededor de 20.000 camboyanos murieron en las últimas cuatro décadas después de pisar minas o municiones sin detonar.
El Gobierno del presidente estadounidense Joe Biden anunció el envío a Ucrania de bombas de racimo, un armamento prohibido por una convención internacional ratificada por más de 100 países.
Las bombas de racimo están prohibidas en particular en los países europeos, signatarios de la Convención de Oslo de 2008, de la que no forman parte ni Estados Unidos, ni Ucrania ni Rusia.
Rusia condenó ayer la decisión de Washington, algo que también rechazaron de forma más explícita o tácita algunos aliados de Estados Unidos como Reino Unido, España y Canadá, firmantes de la Convención de Oslo.
La guerra en Ucrania, que estalló el 24 de febrero del año pasado, cumplió ayer 500 días, sin perspectivas de paz ni avances decisivos en el frente. En ese lapso, Rusia ocupó a Ucrania gran parte de cuatro provincias.
El presidente Biden dijo que la decisión de enviar las bombas racimo a Ucrania había sido difícil pero que el Ejército ucraniano las necesitaba para una contraofensiva en curso para intentar recuperar zonas ocupadas por Rusia.
Con información de Télam