El presidente de Rusia, Vladimir Putin; y el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres; mantuvieron hoy una conversación telefónica en la que abordaron la situación de la central nuclear de Zaporiyia y el destino de las exportaciones de granos ucranianos que, según el Kremlin, ambas partes acordaron que deben ir a "África, Medio Oriente y América Latina".
El diálogo entre Putin y Guterres estuvo "centrado principalmente en la puesta en marcha de los acuerdos de Estambul sobre la exportación de granos ucranianos", precisó el Kremlin en un comunicado, informó la agencia de noticias Sputnik.
Rusia criticó en varias ocasiones que el acuerdo alcanzado en julio pasado en Estambul para permitir la exportación de trigo y de maíz de Ucrania, como también de productos rusos afectados por las sanciones occidentales, no hayan beneficiado a los países más necesitados.
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"Las dos partes subrayaron la importancia de satisfacer, prioritariamente, las necesidades de aquellos que, en África, Medio Oriente y América Latina, necesitan alimentos", precisó el texto difundido por el Gobierno ruso.
Guterres "aportó información detallada sobre los esfuerzos realizados para eliminar todos los obstáculos" a las exportaciones rusas y se declaró "totalmente comprometido con resolver ese problema", apuntó el texto.
La semana pasada, el Kremlin afirmó que Putin tenía previsto hablar sobre ese acuerdo con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan. Ambos dirigentes deben encontrarse el viernes en Uzbekistán.
Ambos líderes también abordaron la situación de la central nuclear de Zaporiyia, ubicada en el sur de Ucrania y la más grande de Europa, incluida la visita del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que lidera el argentino Rafael Grossi.
"Se discutió la situación en torno a la central nuclear de Zaporiyia, incluidos los resultados de la visita del 1 de septiembre de la delegación del OIEA. Putin valoró positivamente la cooperación constructiva con ese organismo y abordó las medidas tomadas por Rusia para garantizar la seguridad y la protección física de las instalaciones de la central", destacó el Kremlin.
Desde hace semanas, Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de bombardear las instalaciones de la planta, ocupada desde marzo por fuerzas rusas, con riesgo de un accidente o incidente nuclear.
El mandatario ruso y el secretario general de la ONU también conversaron sobre la organización de una misión que investigue el ataque ocurrido el pasado 29 de julio contra el centro penitenciario de Elenovka, ubicada al suroeste de Donetsk y donde se encontraban prisioneros de guerra ucranianos.
Guterres aseguró que continúa la preparación activa del viaje de los expertos de la ONU al lugar del incidente, "para llevar a cabo una investigación independiente y objetiva" y que "se acordó realizar un trabajo adicional en varios niveles en la esfera relacionada con Rusia y la ONU".
Con información de Télam