Investigadores internacionales dijeron hoy que hay "fuertes indicios" de que el presidente ruso, Vladimir Putin, autorizó la entrega a separatistas ucranianos de un tipo de misil que se usó en el derribo de un avión comercial en Ucrania en 2014, pero que hay no pruebas suficientes para imputarlo a él o a alguna otra persona más y que suspenden su pesquisa.
"Hay fuertes indicios de que el presidente ruso decidió entregar el Buk TELAR a los separatistas de la República Popular de Donestk", declaró el equipo internacional de investigación conjunta (JIT) en un comunicado, citado por la agencia de noticias Europa Press.
El Boeing 777 de Malaysian Airlines, que cubría la ruta entre Ámsterdam y Kuala Lumpur, la capital de Malasia, fue derribado el 17 de julio de 2014 por un misil BUK de fabricación soviética cuando sobrevolaba la región del Donbass, donde separatistas ucranianos prorrusos ya controlaban territorios y combatían al Ejército.
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Las 298 personas a bordo del avión, entre ellas 196 neerlandeses, murieron.
Anteriormente, el equipo de investigadores había declarado que el sistema de misiles BUK fue transferido desde una base militar rusa en Kursk y que estaban intentando averiguar quién formaba parte de la tripulación y quién de la cadena de mando.
Según anunciaron este miércoles en rueda de prensa, los responsables rusos incluso aplazaron la decisión de enviar armas a los separatistas ucranianos porque, en junio de 2014, Putin se encontraba en Francia para la conmemoración del Desembarco de Normandía.
Como prueba, difundieron una llamada telefónica interceptada a un consejero que afirmaba que el retraso se debía a que "solo hay uno que decide [...], el que está actualmente en una cumbre en Francia".
No obstante, reconocieron que "no es posible imputar a Putin", quien tiene inmunidad por ser jefe de Estado.
"Por mucho que hablemos de fuertes indicios, no se alcanza el listón (de tener) pruebas completas y concluyentes" sobre su papel en el incidente, explicaron, informó la agencia de noticias AFP.
En consecuencia, la investigación "ha llegado a su límite" y fue suspendida porque "se agotaron todas las pistas" sobre los responsables del derribo y las pruebas no son insuficientes para otros procesamientos, declaró la fiscal neerlandesa Digna van Boetzelaer en una conferencia de prensa en La Haya.
Sin embargo, la pesquisa podría reanudarse a futuro si se recaban más pruebas sobre lo sucedido.
Este anuncio del JIT llega menos de tres meses después de que un tribunal neerlandés condenara a cadena perpetua a dos rusos y un ucraniano por la muerte de las personas que iban en el MH17, tras haber sido juzgados en ausencia.
Moscú negó cualquier implicación y tildó ese veredicto de "escandaloso".
Conformado en 2014, el JIT está compuesto por miembros de Países Bajos, Australia, Bélgica, Malasia y Ucrania, que fueron los países más afectados por el incidente.
Los jueces del proceso en Países Bajos declararon, al comunicar el fallo en noviembre, que el misil procedía de Rusia y que los sospechosos formaban parte de un grupo separatista controlado por Moscú. Pero ellos solo ayudaron a transferir el sistema de misiles a Ucrania y no lo dispararon.
Con información de Télam