Amnistía Internacional (AI) denunció hoy que las autoridades prorrusas en territorio ucraniano ocupado no efectuaron evacuaciones ni dieron ayuda humanitaria a la población afectada por las devastadoras inundaciones tras la destrucción de la represa de Kajovka, y alertó sobre una "inminente catástrofe ecológica y económica".
"Las fuerzas rusas ocupantes han puesto en peligro vidas humanas en las zonas afectadas por las inundaciones tras la destrucción de la presa, mientras la escasez de agua río arriba y la alteración de los medios de subsistencia apuntan a una catástrofe ecológica y económica inminente", advirtió la ONG con sede en Londres en un comunicado.
AI aseguró que las operaciones de rescate fueron realizadas por voluntarios a los que se les ha impedido el paso en las zonas inundadas, mientras las fuerzas rusas ocupantes no hicieron ningún tipo de evacuación ni suministraron apoyo humanitario a la población civil que quedó atrapada en sus casas.
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Agregó que denunciar la situación a organizaciones de derechos humanos y medios de comunicación internacionales es "peligroso" para los ciudadanos de las regiones ocupadas, por lo que hay "escasa" información sobre lo que ocurre debido también a "la falta de electricidad y la mala cobertura".
"Es inquietante tratar de contactar con las personas que han quedado atrapadas en los pueblos y ciudades inundados ocupados por Rusia. Hablar a través de las redes rusas es arriesgado y nuestras fuentes son plenamente conscientes de las represalias que pueden sufrir por hablar con nosotros", indicó la investigadora regional de AI, Anna Wright, citada por la agencia de noticias Europa Press.
Asimismo, afirmó que las fuerzas rusas "han mostrado la más absoluta indiferencia por la vida y la dignidad humanas" al priorizar "sus propias necesidades de seguridad".
También refirió que la destrucción de la presa está provocando una crisis económica en la región de Jerson "por la falta de agua río arriba para regar las plantaciones agrícolas, por lo que muchas cosechas se están perdiendo".
"La situación afecta además las labores de retirada de minas terrestres y se teme que muchas de ellas hayan sido transportadas por las aguas a zonas que antes se consideraban seguras, así como que muchas de ellas hayan quedado ocultadas por los sedimentos, dificultando su localización", apuntó.
Por último, sostuvo que "los responsables de la destrucción de la presa de Kajovka deben comparecer ante la justicia, al igual que toda persona responsable de crímenes de derecho internacional cometidos en Ucrania".
La semana pasada, Kiev y Moscú se acusaron mutuamente de destruir la represa ubicada en el sur de Ucrania, en uno de los "daños más significativos contra infraestructuras civiles" desde el inicio de la invasión rusa, que provocó inundaciones en una veintena de localidades y obligó a evacuar a miles de personas.
La represa de Kajovka, ubicada a 60 kilómetros de la ciudad de Jerson, es una infraestructura clave del sur de Ucrania y abastece de agua a la península de Crimea, anexada por Rusia en 2014.
Tanto esa instalación como la central hidroeléctrica, que resultó "totalmente destruida", fueron tomadas por las tropas rusas al inicio de la invasión a larga escala del país vecino, lanzada el 24 de febrero de 2022.
Con información de Télam