China impondrá una prohibición a la entrada a su territorio continental, así como a las regiones administrativas especiales de Hong Kong y Macao, para los secesionistas de Taiwán, informó hoy la portavoz de la Oficina para Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado de la República Popular, Zhu Fenglian.
"Las autoridades de la parte continental del país impondrán acción disciplinaria contra los defensores más testarudos de la 'independencia' de Taiwán y les prohibirán a ellos y a sus familiares la entrada a la parte continental y a las regiones administrativas especiales de Hong Kong y Macao", afirmó.
Las personas que serán incluidas en la lista negra de los secesionistas no podrán colaborar con las organizaciones y agentes privados en el continente y tampoco obtener ingresos en China.
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"Durante algún periodo de tiempo los pocos partidarios de la 'independencia' de Taiwán como Su Tseng-chang (primer ministro de Taiwán) y Wu Jau-shieh (canciller de Taiwán) trataron de provocar un enfrentamiento entre las dos costas del estrecho de Taiwán", enfatizó.
Indicó que las acciones de los secesionistas dañaron gravemente a las relaciones entre Beijing y Taipei, socavaron la paz y estabilidad en el estrecho de Taiwan y los intereses comunes de los ciudadanos de ambas costas del estrecho.
Recalcó que en concordancia con la ley, Beijing someterá a los secesionistas a sanciones penales.
La noticia se conoce el mismo día en que el líder de la primera delegación del Parlamento Europeo en la isla, Raphaël Glucksmann, llamó a intensificar las "interacciones" entre Taiwán y el resto del mundo para "desactivar" los riesgos de conflicto entre Taipei y Beijing.
"Cuanta más interacción haya entre la comunidad internacional y Taiwán, menor será el peligro (en la relación entre Taipei y Beijing). No creemos que ningún encuentro con funcionarios taiwaneses eche leña al fuego, sino todo lo contrario", explicó el eurodiputado francés en una conferencia de prensa.
Glucksmann había sido sancionado por Beijing en marzo junto con otros cuatro parlamentarios europeos, en represalia por las sanciones de los europeos contra China por la persecución de la etnia musulmana uigur en la región de Xinjiang.
"Cuanto más nos preocupemos por nuestra relación con Taiwán, menos posibilidades hay de que estalle un conflicto (...), porque enviamos (a China) el mensaje de que atacar la democracia taiwanesa le costará caro", explicó, citado por la agencia de noticias AFP.
"El aislamiento aumenta el riesgo de conflicto. Por el contrario, la integración de Taiwán en nuestros debates disipa las preocupaciones sobre la seguridad" de la isla, señaló el eurodiputado.
Las relaciones oficiales entre Beijing y Taipei quedaron suspendidas en 1949, después de que las fuerzas del partido nacionalista chino Kuomintang, encabezado por Chiang Kai-shek, sufrieran una derrota en la guerra civil contra el Partido Comunista de China y se trasladaran a Taiwán. Los vínculos solo se restablecieron a nivel empresarial e informal a fines de la década de 1980.
Beijing, que reivindica su soberanía sobre la isla, ha intensificado sus acciones para aislar a Taiwán en la escena internacional y detener cualquier intento de reconocimiento como Estado independiente de este territorio, que tiene su propio Gobierno.
Debido al principio de "una sola China", Taiwán no está representado en las organizaciones internacionales y el Gobierno chino se opone a todo contacto oficial entre funcionarios extranjeros y taiwaneses.
Con información de Télam