¿Por qué algunos gatos tienen rayas y manchas? Qué dice la ciencia

Gracias a los avances en genética y biotecnología, hoy sabemos que el pelaje de los gatos no es mera casualidad.

17 de enero, 2025 | 11.59

Si alguna vez te preguntaste por qué algunos gatos tienen pelajes con rayas o manchas tan características, la ciencia acaba de dar con la respuesta. Aunque los patrones en el pelaje de los felinos siempre fueron un tema que nos llamó la atención y se volvió una cuestión intrigante, ahora sabemos que la respuesta está en la genética.

Un grupo de investigadores reveló los secretos genéticos detrás de estos patrones, y descubrieron que tienen un profundo origen en su desarrollo embrionario y en cómo ciertos genes. Te contamos a continuación.

¿Qué determina las rayas en el pelaje de los gatos?

El patrón de rayas y manchas que vemos en algunos gatos no es casualidad, sino que está estrechamente ligado a su genética. A diferencia de otros animales, como los peces cebra, en los que los patrones surgen por la disposición de las células, en los mamíferos, incluidos los gatos, estos patrones se deben a diferencias en la actividad genética de las células que forman la piel.

El genetista Gregory Barsh, líder de un estudio realizado por el Instituto de Biotecnología HudsonAlpha y la Universidad de Stanford, explicó que el pelaje de los gatos es el resultado de un gen específico llamado Taqpep.

Según la versión de este gen que porte el gato, su pelaje puede tener rayas delgadas y oscuras, o grandes espirales de color oscuro. Esta diferencia genética también se observa en los felinos salvajes, que presentan patrones más complejos y típicos de su especie.

El desarrollo del pelaje en los embriones de gato

Un aspecto fascinante de este descubrimiento es que los patrones en el pelaje de los gatos comienzan a formarse en etapas muy tempranas del desarrollo embrionario.

Alrededor de los 28 a 30 días de edad, los embriones de gato empiezan a desarrollar áreas de piel más gruesas y finas. Con el paso del tiempo, estas áreas se convierten en folículos pilosos, responsables de la producción de melanina, el pigmento que da color al pelaje.

El gen Taqpep influye en las características del pelaje de los felinos.

En este proceso, se activan varios genes que hacen que la piel se espese y genere diferentes tipos de melanina: eumelanina (para el pelaje oscuro) y feomelanina (para el pelaje claro). Así es como los embriones felinos comienzan a mostrar señales de las características que van a definir cómo va a ser su pelaje adulto.

La teoría de Alan Turing sobre los patrones en los animales

Este descubrimiento retoma una teoría de hace más de 50 años propuesta por el matemático y pionero de la computación Alan Turing, quien sugirió que los patrones periódicos en los animales, como las rayas en el pelaje de los gatos, surgen debido a la interacción de dos moléculas: una "activadora" y una "inhibidora".

En el caso de los gatos, el equipo de investigación identificó que la molécula Wnt actúa como activadora, mientras que Dkk4 funciona como inhibidora. Según la teoría, la molécula Dkk4 se propaga más rápido que la Wnt, lo que genera áreas de piel más claras o más oscuras, formando así las rayas que vemos en los gatos atigrados.

¿Qué más falta por descubrir?

Aunque este estudio representa un gran avance, los científicos señalan que todavía queda mucho por investigar. Por ejemplo, las investigaciones realizadas hasta ahora se centraron en los gatos domésticos, pero hay más de 30 especies de felinos salvajes que también tienen patrones en su pelaje.

Los patrones en el pelaje de los gatos dependen de su genética.

Los investigadores creen que las moléculas y mecanismos descubiertos en los gatos domésticos podrían aplicarse también a estos felinos salvajes, pero se necesitan más estudios para confirmarlo.

Además, es posible que la información genética sobre estos patrones de pelaje pueda tener implicancias en otras áreas de la biología animal, ayudando a entender cómo los patrones en los pelajes de los animales pueden influir en su supervivencia, especialmente en aquellos que dependen del camuflaje para cazar o evitar a sus depredadores.