La responsable de Amnistía Internacional (AI) en Ucrania, Oksana Pokalchuk, renunció hoy a su cargo luego de que se conociera un informe de la organización que acusa al ejército ucraniano de cometer crímenes de guerra.
"Dimito de Amnistía Internacional en Ucrania", declaró Pokalchuk en un comunicado publicado en Facebook, en el que reprocha que el documento publicado el jueves pasado sirvió involuntariamente a "la propaganda rusa".
En la investigación, la organización señaló incidentes en una veintena de localidades donde las fuerzas ucranianas habrían puesto a civiles en peligro, al establecer bases en zonas residenciales y lanzar ataques desde zonas pobladas.
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Tras las críticas, la ONG defendió su "imparcialidad y libertad de acción".
"Las autoridades ucranianas negaron estas denuncias, pero Amnistía Internacional cuenta con testimonios directos que avalan su investigación y un trabajo de campo que está fuera de duda desde el inicio del conflicto", expresó en un comunicado la delegación de Amnistía Internacional para España.
En esta línea, agregó que "otras fuentes", como el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos o la ONG Human Rights Watch (HRW) publicaron "conclusiones similares" respecto a las operaciones de Ucrania en el marco de la guerra.
El organismo reiteró que el derecho internacional humanitario exige evitar por completo emplazar objetivos militares dentro de zonas pobladas o en sus aledaños, y le recordó de nuevo a Kiev que "estar en una posición defensiva no exime a las Fuerzas Armadas ucranianas de respetar el derecho internacional humanitario".
"A pesar de las críticas, Amnistía Internacional seguirá trabajando para denunciar las violaciones de Derechos Humanos que se comentan en este conflicto, cometa quien las cometa", apuntó la organización.
En ese sentido, la ONG también criticó a Rusia, al decir que sus conclusiones "no justifican de ninguna manera los ataques rusos indiscriminados" contra la población civil.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, acusó a la ONG de excusar al "Estado terrorista" de Rusia, y el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, afirmó que estaba "indignado" por las acusaciones "injustas".
Pokalchuk indicó en su comunicado que "si no se vive en un país invadido por ocupantes que lo desmiembran, no se comprende probablemente lo que supone condenar a un ejército de defensa".
Agregó que intentó convencer a la dirección de Amnistía Internacional de que el informe era "sesgado" y no tenía en cuenta el punto de vista del Ministerio de Defensa ucraniano, según recogió la agencia de noticias AFP.
Señaló que la organización pidió una réplica a Kiev pero "le dio muy poco tiempo para responder".
"Por consiguiente, la organización publicó un informe que parecía involuntariamente apoyar la versión rusa" y que se convirtió en "instrumento de la propaganda" del Kremlin.
Antes de renunciar, Pokalchuk había afirmado que Amnistía ignoró su solicitud de que no fuera publicado el documento.
La secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard, afirmó ayer que "mantiene plenamente las conclusiones" del trabajo, "basadas en pruebas reunidas al término de extensas investigaciones que respetaron las mismas normas rigurosas y diligentes a que está sometido todo el trabajo" de la organización.
Con información de Télam