El primer ministro británico Boris Johnson advirtió hoy que todavía se mantiene la amenaza de una "invasión rusa a Ucrania", a pesar del anuncio del Kremlin de retirar algunas tropas de la frontera, aunque dijo que espera una "apertura diplomática".
Rusia informó que replegará soldados que estaban cerca de la frontera con Ucrania, lo que se entiende como una posible reducción de la amenaza de una invasión, pero para el Reino Unido no está claro el alcance de la retirada.
"La información que estamos viendo hoy sigue siendo poco alentadora", con "la construcción de hospitales de campaña rusos cerca de la frontera de Bielorrusia con Ucrania", consideró Johnson, según consignaron los principales medios británicos.
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En ese sentido, explicó que esto sólo puede ser "interpretado como una preparación para una invasión".
Según el premier, los servicios de inteligencia sugieren que hay más grupos tácticos de batallones que se acercan a la frontera, por lo que cree que en este momento "hay señales contradictorias".
Más temprano, la ministra británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss, dijo que "este es un momento muy peligroso para el mundo".
Reiteró que Rusia podría invadir Ucrania en cualquier momento e instó al Kremlin a "que se aleje del precipicio".
"Cualquier invasión tendría graves consecuencias, incluidas sanciones coordinadas. Pero todavía hay tiempo para la diplomacia y para que Rusia abandone la escalada", manifestó en declaraciones a la cadena británica BBC.
Sin embargo, advirtió que no tiene un plazo ilimitado para esto.
"Una invasión rusa de Ucrania sería un momento muy peligroso para el mundo y podría alentar a adversarios como China e Irán", advirtió en otra entrevista a la cadena de televisión Sky News.
"Se trata, por supuesto, de Ucrania, que es una importante nación soberana, pero también se trata de la estabilidad más amplia de Europa y se trata de la seguridad global más amplia", agregó.
"Todavía hay tiempo, todavía es posible que (el presidente ruso) Vladimir Putin se aleje del precipicio, pero no tiene un plazo ilimitado para esto", subrayó.
Anoche, el primer ministro habló con el presidente estadounidense Joe Biden sobre la situación en Ucrania y acordaron que quedaba una ventana crucial para la diplomacia y para que Rusia retrocediera en sus amenazas.
Los líderes enfatizaron que cualquier incursión adicional en Ucrania resultaría en una crisis prolongada para Rusia, con daños de gran alcance tanto para Moscú como para el mundo.
Acordaron también que los aliados occidentales deben permanecer "unidos frente a las amenazas rusas", incluida la imposición de un paquete significativo de sanciones en caso de que "la agresión rusa aumente".
También reiteraron la necesidad de que los países europeos reduzcan su dependencia del gas ruso, una medida que, más que ninguna otra, golpearía el corazón de los intereses estratégicos de Rusia.
Con información de Télam