Un británico capturado en abril por las fuerzas prorrusas del este de Ucrania durante una misión humanitaria y acusado de mercenario murió en prisión el 10 de este mes, anunciaron hoy las autoridades separatistas.
"Pese a la gravedad de sus crímenes, Paul Urey recibía atención médica adecuada. A pesar de ello, y a raíz de su diagnóstico y el estrés, murió el 10 de julio", indicó en Telegram la encargada de derechos de los separatistas de la región de Donetsk, Daria Morozova, asegurando que se trataba de un mercenario y no de un trabajador humanitario, reprodujo la agencia AFP.
Una organización sin fines de lucro con sede en el Reino Unido, Presidium Network, anunció el 29 de abril que dos trabajadores humanitarios que conocía, Paul Urey y Dylan Healy, habían sido capturados por el ejército ruso en el sur de Ucrania cuando intentaban evacuar a una mujer y dos niños.
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La madre de Urey dijo entonces que su hijo estaba en misión humanitaria, que sufría de diabetes y necesitaba insulina.
Morozova afirmó en su publicación este viernes que las autoridades británicas sabían que Urey estaba detenido por las fuerzas armadas de Donetsk, pero no habían hecho reclamo alguno por él.
Añadió que funcionarios británicos, entre ellos representantes del Foreign Office, el Parlamento y la embajada en Moscú, fueron notificados de que Urey fue tomado prisionero en abril de 2022, mientras intentaba abrirse paso a través de un retén de las milicias de la denominada República de Donetsk, "sin reacción alguna", recogió por su parte la agencia rusa Sputnik.
Ya en una primera revisión médica se comprobó que Urey padecía de enfermedades crónicas como diabetes insulinodependiente, afecciones respiratorias, renales y cardiovasculares, añadió la autoridad prorrusa.
Además, estaba "psicológicamente deprimido" por lo que Morozova calificó de "indiferencia" la actitud de Londres hacia su situación.
"Era consciente de que representantes de Gran Bretaña ignoraron la mera posibilidad de negociar su retorno en el marco de un canje de prisioneros. Más aún: no proporcionaron los medicamentos necesarios a través del CICR", declaró.
Tanto Moscú como Donetsk, según Morozova, han intentado en más de una ocasión disuadir a extranjeros de involucrarse en el conflicto en curso en Ucrania, pero estas advertencias no detienen a los mercenarios.
En tal situación, a juicio de la representante de Donetsk, "su muerte o cautiverio en la zona de la operación militar especial es un resultado natural".
Con información de Télam