Uno de cada cuatro británicos comenzó a saltarse una de sus comidas diarias debido a las preocupaciones sobre el aumento del costo de vida, especialmente el incremento del precio en las tarifas del gas, la electricidad y los alimentos, según una encuesta.
El sondeo de Ipsos para la cadena de televisión Sky News a más de 2.000 británicos de toda la nación, con excepción de Irlanda del Norte, muestra que muchos aseguran que tomaron medidas específicamente en respuesta a los aumentos en el costo de vida motivada por la combinación de la crisis energética, el Brexit y la guerra en Ucrania.
Alrededor de dos terceras partes de los encuestados (65%) afirman haber mantenido la calefacción apagada cuando normalmente la habrían encendido, mientras que la mitad (52%) ya sale a hacer vida social menos de lo normal.
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Otras acciones tomadas incluyen cambiar sus supermercados por alternativas más baratas (44%), conducir menos su automóvil (44%) y usar sitios web de comparación de precios para buscar proveedores de energía más baratos (39%).
A su vez, revela que más de la mitad de los que ganan menos de 20.000 libras esterlinas al año (25.000 dólares) estaban "muy preocupados" por el costo de vida durante los próximos seis meses, en comparación con menos de dos de cada cinco que ganan 55.000 libras esterlinas o más (68.590 dólares).
Los datos también muestran que un poco más de personas estaban preocupadas por el país en su conjunto, en lugar de sí mismas, cuando se trata de hacer frente a la creciente presión financiera.
La encuesta sugirió que la presión del aumento del costo de la energía la sienten más las personas con ingresos más bajos y dice que más de cuatro de cada cinco ciudadanos están preocupados por la situación en los próximos meses.
A su vez, alrededor del 73% piensa que el precio del combustible aumentará, mientras que el 64% cree que se elevará el costo de las salidas con amigos y más el 56% cree que las suscripciones, como los medios o el ocio, también subirá.
Además, alrededor 43% espera que su crédito hipotecario o alquiler se vuelvan más caros.
Respecto al rol del Gobierno y los municipios locales, el 76% de los británicos piensan, que las autoridades no están brindando suficiente apoyo a su área local para afrontar las subas de precios.
El Banco de Inglaterra (BoE) pronosticó que la inflación alcanzaría un pico superior al 10% en el último trimestre de este año si las tarifas energéticas reguladas aumentan como se espera, lo que provocaría una fuerte caída de la producción económica en ese trimestre y contribuiría a la caída del PIB en 2023.
Con información de Télam