La primera ministra británica, Liz Truss, renunció hoy a su cargo apenas seis semanas después de llegar al poder, en lo que es el gobierno más corto en la historia del país, tras idas y vueltas de un plan económico que la llevaron a perder el respaldo hasta de su propio Partido Conservador, que designará un sucesor.
"Dada la situación, no puedo cumplir el mandato por el cual fui elegida por el Partido Conservador. Por tanto, he hablado con Su Majestad el Rey para comunicarle que renuncio como líder del partido", expresó Truss, de 47 años, en un mensaje que leyó ante las puertas de Downing Street, la residencia oficial de gobierno en Londres.
También confirmó que previamente se había reunido con el presidente del Comité de 1922, el más influyente de los conservadores, para acordar que habrá una elección de liderazgo que se completará dentro de la próxima semana y ella permanecerá en el cargo hasta que se elija un sucesor.
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Sin embargo, no está claro que eso logre evitar el adelantamiento de las elecciones ante la situación sin precedentes desatada por su renuncia.
Los pedidos para su alejamiento y el acorralamiento interno crecieron luego de que su política económica hiciera tambalear a los mercados.
Un frustrado plan económico presentado por el Gobierno el mes pasado causó inquietud y una crisis política que incluyó el reemplazo del ministro de Finanzas, varios giros de 180 grados y un quiebre de la disciplina en el partido gobernante.
Su renuncia se produce además después de un enfrentamiento ayer con los diputados oficialistas en la Cámara de los Comunes sobre una votación para levantar la prohibición del fracking, una forma no convencional de extracción petrolera muy cuestionada por los ambientalistas.
Con esta medida, Truss buscaba una forma de aliviar los crecientes costos de la electricidad en Reino Unido.
"Asumí el cargo en un momento de gran inestabilidad económica e internacional. Las familias y las empresas estaban preocupadas por cómo pagar sus cuentas. La guerra ilegal de (el presidente ruso, Vladmiir) Putin en Ucrania amenaza la seguridad de todo nuestro continente. Y nuestro país se ha visto frenado durante demasiado tiempo por el bajo crecimiento económico", dijo Truss en el mensaje en el que confirmó su alejamiento
Dijo que fue elegida por el Partido Conservador con el mandato de cambiar esto y que en el tiempo que estuvo, cumplió con congelar las altas facturas de luz y electricidad y con la reducción de impuestos.
Pero no solo los propios no compartieron su visión y el líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, reaccionó al anuncio de la renuncia de la premier para exigir que se celebren "ya" elecciones generales, algo que viene pidiendo antes de la jura de Truss.
"El Partido Conservador demostró que ya no tiene mandato para gobernar. Después de 12 años de fracaso conservador, el pueblo británico se merece algo mucho mejor que esta puerta giratoria del caos", dijo a los principales medios británicos.
Aseguró que el Partido Conservador dejó al país "más débil y peor".
"No tienen el mandato de someter al país a otro experimento. El Reino Unido no es su feudo personal para dirigirlo como lo deseen. Debemos tener la oportunidad de un nuevo comienzo. Necesitamos elecciones generales, ahora", remarcó el líder opositor.
Además de Starmer, el líder de los demócratas liberales (Lib Dems), Ed Davey y el Partido Independentista Escocés (SNP), también instaron a que se convoquen elecciones generales de inmediato.
Truss sufrió ayer un nuevo golpe con la renuncia de la ministra del Interior, Suella Braverman, luego de haber enviado por "error" un documento oficial desde su correo electrónico personal, algo que viola las reglas ministeriales.
En su carta de dimisión, la entonces funcionaria lanzó evidentes críticas a Truss, al decir que tenía "preocupaciones sobre la dirección del Gobierno".
Esta baja fue la segunda en el gabinete tras el despido del ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, cara visible de la presentación de un plan económico que generó las turbulencias financieras.
La libra cayó a su nivel más bajo de la historia y los rendimientos de los bonos de Estado a largo plazo se habían disparado, mientras que el Banco de Inglaterra tuvo que intervenir para impedir que la situación no llegara a una crisis financiera.
El nuevo ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, no solo dio marcha atrás con el paquete de medidas, sino que además anunció una suba de impuestos y recortes en el gasto público, generando aún más el descontento en la población.
Hunt dijo hoy que no tenía previsto ser candidato para reemplazar a Truss.
En una declaración a los medios, el presidente del Comité de 1922, adelantó que espera un resultado de aquí al final de la próxima semana para designar a su reemplazante.
De esta forma, los conservadores volverán a iniciar un proceso de elección interna para designar al quinto primer ministro desde que los británicos votaron por el Brexit (la salida de la unión Europea) en 2016.
En el último de estos procesos electorales internos, Truss que quedó con el liderazgo de la fuerza al superar a Rishi Sunak, exministro de Finanzas, quien resonó en los últimos días como posible nuevo premier.
Pero también se encuentran entre los posibles reemplazantes Penny Mordaunt, encargada de las relaciones con el Parlamento en la Cámara de los Comunes, y el ministro de Defensa, Ben Wallace.
Con información de Télam