A pesar de las altas temperaturas que trajo la primera ola de calor extremo del año, los vecinos de Formosa capital no dejaron de acudir a las ferias francas organizadas por el Instituto PAIPPA, donde los pequeños productores tienen la oportunidad de comercializar sus productos directamente al público.
Como cada viernes, las ferias se llevaron a cabo en las sedes de calle Padre Grotti N° 1040, en el barrio Don Bosco, y Joaquín de los Santos al 1200, en el Polideportivo del barrio La Paz. Allí, los paipperos ofrecieron una variada selección de productos frescos y de calidad, provenientes de sus chacras. Entre los destacados, se encontraban mazos de kale y pak choi a $1000, rúcula a $800, achicoria a $600, espinaca y cilantro a $1000, cebollita, perejil y menta a $500, y mamón a $1000 el kilo.
Cecilio Salazar, productor presente en el Polideportivo del barrio La Paz, valoró estos espacios impulsados por el Gobierno provincial: “Es muy lindo poder exponer y vender mis productos”. Además, destacó que comienzan a las 6 de la mañana para evitar las horas más calurosas del día.
Desde Villa Dos Trece, otra productora ofreció queso criollo a $7000 el kilo y frascos de miel a $6000. A pesar del calor, la jornada finalizó con ventas exitosas, mostrando una vez más el apoyo de la comunidad a la producción local.
De qué se trata el PAIPPA
El 15 de septiembre de 1996, el gobierno formoseño, encabezado por el actual gobernador Gildo Insfrán dispuso la creación del Instituto Provincial de Acción Integral para el Pequeño Productor Agropecuario, que ofrecía una solución social, productiva y ambiental a los pequeños productores de la región, a la vez que se les brindaba acompañamiento en la titularización de las tierras, la construcción de viviendas, provisión de insumos y capacitación técnica.
El principal objetivo con el que se lanzó este programa fue impulsar el autosostenimiento, la ocupación y la autogestión productiva del pequeño productor y su familia, mediante un proceso de promoción social y desarrollo sostenido. "Vamos a ir propendiendo a la comunidad organizada para luchar contra los efectos nocivos de la globalización, que es la concentración de la economía", fueron las palabras del gobernador en su discurso en la fecha de su lanzamiento.
Desde sus inicios el instituto funcionaba como un organismo desconcentrado con dependencia directa del Ejecutivo provincial para ofrecer una "solución social, productiva y ambiental a los pequeños productores". Años más tarde, en 2004, el PAIPPA pasó de "la etapa del asistencialismo a la acción auto sostenido y organiza una gigantesca empresa solidaria capaz de producir y comercializar en escalas más ambiciosas". En ese sentido, "se promueve el agrupamiento de los productores para terminar con el individualismo y se comiencen a practicar nuevas formas asociativas y de cooperación que fortalezcan a los productores y les permitan alcanzar la producción de sus insumos, e iniciar otras actividades que le agreguen mayor valor a su producción como pequeños emprendimientos de industrialización y de comercialización".
Con el paso del tiempo, los productores paipperos se consolidaron como uno de los pilares fundamentales para la economía provincial, al punto de que desde el gobierno formoseño señalaron que la columna vertebral de la producción agropecuaria "está conformada por la familia del pequeño productor agropecuario", ya que "no debía ser una variable inviable donde su pequeña parcela no tenía el valor de conformar una unidad económica".