Los médicos residentes que trabajan en el sistema de salud estatal británico en Inglaterra están en pie de guerra con el Gobierno: es la quinta vez en el año que llaman a una huelga y esta vez, será por cuatro días, entre el 11 y el 15 de agosto. La disputa es para exigir la reapertura de la mesa paritaria para negociar mejoras salariales que le ganen a la inflación. Este mes, la medida de fuerza se extendió durante ocho días.
El sindicato Asociación Médica Británica (BMA) informó que los médicos siguen reclamando un aumento salarial del 35% para retrotraer los sueldos al nivel de 2008.
El Gobierno del primer ministro, Rishi Sunak, ofreció sólo un incremento de un 6% más un monto fijo de 1250 libras, lo cual sitúa el incremento en casi un 9% en promedio. El Ejecutivo insiste en que este es el acuerdo final y no se permitirán más discusiones. Nuestro mensaje de este miércoles sigue siendo el mismo: actúe como un Gobierno responsable, venga a la mesa a negociar con nosotros de buena fe y con una perspectiva creíble. Estas huelgas no tienen por qué seguir adelante", dijeron en un comunicado los copresidentes del comité de médicos residentes de la BMA, Robert Laurenson y Vivek Trivedi.
La huelga será solo en Inglaterra, no en el resto del Reino Unido, que también incluye a Escocia, Gales e Irlanda del Norte. No obstante, el comunicado de la BMA advirtió que la situación en Irlanda del Norte es aún más complicada, ya que, sin un Gobierno activo desde febrero de 2022, los médicos residentes no tienen con quién negociar un aumento.
El salario de los médicos en Irlanda del Norte se redujo en un 30,7 % desde 2008. Sin embargo, sin el poder para emprender negociaciones salariales o contractuales, están en una situación muy diferente a la de sus colegas en otras naciones del Reino Unido. En medio de esta crisis, los médicos norirlandeses quieren que el ministro y el Ministerio de Salud intervengan y aseguren que se otorgue un aumento salarial este año.
"También nos enfrentamos a un acceso limitado a las vacaciones anuales, dificultades para obtener la formación, turnos agotadores y demandas de cobertura de última hora. Muchos compañeros se marchan para buscar trabajo en otros lugares", dijo la BMA. "Nuestra erosión salarial no solo nos afecta a nosotros. También tiene un efecto en el servicio de salud en Irlanda del Norte. Los aumentos salariales por debajo de la inflación han hecho que ahora sea menos atractivo trabajar y formarse en Irlanda del Norte", dijo el comunicado.
Con información de Télam