Gobierno británico anuncia plan para alterar acuerdo relativo al Brexit e indigna a la UE

17 de mayo, 2022 | 12.13

El Gobierno del Reino Unido redobló hoy un desafío a la Unión Europea (UE) al anunciar que planea aprobar una ley para anular partes de un tratado comercial relativo a la región de Irlanda del Norte firmado entre ambas partes hace menos dos años como parte de la salida del país del bloque.

El Gobierno del primer ministro británico, Boris Johnson, dice que impulsará la aprobación de la medida para desechar partes del tratado vinculante conocido como Protocolo de Irlanda del Norte -algo que sería una violación de la ley internacional- en caso de no lograr un nuevo acuerdo con la UE.

“Nuestra preferencia es un resultado negociado con la UE", dijo la canciller británica, Liz Truss, al hacer el anuncio ante el Parlamento británico.

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"De manera paralela al proyecto de ley que se envíe, seguimos abiertos a nuevas conversaciones si podemos lograr el mismo resultado mediante un acuerdo negociado", agregó.

La UE, que firmó el acuerdo con el Reino Unido como parte del proceso de salida del país, en 2020, respondió con una dura advertencia.

“Las acciones unilaterales que contravienen a un acuerdo internacional no son aceptables", dijo el vicepresidende de la Comisión Europea, el Ejecutivo de la UE, Maros Sefcovic.

La UE "deberá responder con todas las medidas a su disposición" si el Reino Unido sanciona la ley, agregó Sefcovic, haciendo temer el inicio de una guerra comercial entre el Reino Unido y los 27 países del bloque europeo, que es, incluso tras el Brexit, el principal socio comercial británico.

El Gobierno británico dice que las reglas comerciales pos-Brexit afectan negativamente la economía y la seguridad en Irlanda del Norte, una región del norte de la isla de Irlanda que es la única parte del Reino Unido que comparte una frontera con un miembro de la UE, la República de Irlanda.

Cuando el Reino Unido se fue de la UE y de su zona de libre comercio, firmó el protocolo con el bloque para garantizar que la frontera con la República de Irlanda siguiera sin aduanas ni controles, porque mantenerla abierta es uno de los pilares de un proceso de paz en Irlanda del Norte.

Para proteger el mercado común europeo, el protocolo estableció controles sobre muchos productos que van de la isla de Gran Bretaña a Irlanda del Norte, que pagan aranceles al llegar. Esto provocó un aumento del precio y un desabastecimiento de estos productos en Irlanda del Norte.

Décadas de violencia entre norirlandeses que quieren seguir formando parte del Reino Unido, o unionistas, y otros que quieren incorporarse a Irlanda, o republicanos, remitieron en 1998 con el Acuerdo de Viernes Santo, firmado por uno y otro bando, por el Reino Unido e Irlanda.

El acuerdo establece que unionistas y republicanos deben compartir el Gobierno autónomo de la región, cuya confirmación está empantanada desde que el partido republicano Sinn Féin ganó este mes los comicios regionales por primera vez en 100 años.

Esto le da derecho a encabezar el Ejecutivo autónomo regional, pero sus rivales del Partido Unionista Democrático (DUP) se niegan a formar Gobierno a menos que se modifique el protocolo relativo al Brexit y se eliminen los controles aduaneros.

En Londres, ante el Parlamento, Truss dijo que el proyecto de ley "establecerá las medidas necesarias para disminuir la carga sobre el comercio" entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte y entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda.

"Nuestra primera prioridad es defender el Acuerdo de Viernes Santo en todas sus dimensiones", agregó.

"El Protocolo de Irlanda del Norte no cuenta con el apoyo necesario en una parte de la comunidad de Irlanda del Norte", sentenció.

Por su parte, la presidenta del Sinn Féin, Mary Lou McDonald, dijo que el anuncio de Truss muestra la intención del Gobierno británico de "legislar para infringir la ley".

"Una acción unilateral de este tipo con respecto a un acuerdo internacionalmente vinculante es perjudicial para la confianza y sólo servirá para hacer más difícil encontrar soluciones", dijo por su parte el canciller de Irlanda, Simon Conveny, que lamentó "profundamente" la decisión de Londres.

Por el contrario, para el líder del DUP, Jeffrey Donaldson, la declaración de Truss es un paso "bienvenido" hacia el reconocimiento de los problemas asociados con el protocolo y la necesidad de que el poder compartido vuelva a funcionar.

Aseguró que su partido espera ver avances en el proyecto de ley para abordar los problemas en "días y semanas, no meses".

Con información de Télam