Arabia Saudita y otros productores de petróleo de la OPEP+ anunciaron este domingo recortes voluntarios de su producción por alrededor de unos 1,15 millones de barriles diarios, en una medida sorpresa que, según dijeron, pretendía apoyar la estabilidad del mercado. Pero, más allá de este objetivo declarado, analistas ya adelantan que podría provocar subas en los precios internacionales este año, lo que va declaradamente en contra de la estrategia de Estados Unidos para el mercado energético global después de un 2022 marcado por los fuertes picos desatados por la guerra en Ucrania y las sanciones contra Moscú.
Así lo afirmó esta tarde un portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca a la Agencia EFE: "Creemos que estos recortes no son recomendables en este momento dada la incertidumbre del mercado y lo hemos dejado claro".
Estados Unidos y sus aliados esperaban que la OPEP+ se atuviera a los recortes de 2 millones de bpd ya acordados cuando su panel ministerial, que incluye a Arabia Saudita y Rusia, se reuniera virtualmente mañana lunes. Sin embargo, estas potencias se adelantaron y anunciaron recortes voluntarios, que comenzarán a partir de mayo y se sumarán a los ya acordados en octubre, de 2 millones de bpd.
Arabia Saudita dijo que recortaría la producción en 500.000 bpd, mientras que Irak reducirá su bombeo en 211.000 bpd, según declaraciones oficiales. En tanto,los Emiratos Árabes Unidos anunciaron que reducirían su producción en 144.000 bpd, Kuwait habló de un recorte de 128.000 bpd, Omán, de un menor bombeo de 40.000 bpd y Argelia, de un total de 48.000 bpd. Kazajistán, por su parte, también reducirá su producción en 78.000 bpd.
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El viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, también dijo el domingo que Moscú ampliaría un recorte voluntario de 500.000 bpd hasta finales de 2023. El Gobierno ruso ya había establecido un recorte unilateral en febrero, luego de introducir precios máximos a las exportaciones de energía a las potencias occidentales que le habían impuesto todo tipo de sanciones comerciales, financieras y políticas en rechazo a la invasión a Ucrania.
Tras las reducciones unilaterales de Rusia en febrero, funcionarios estadounidenses habían interpretado que su alianza con otros miembros de la OPEP se estaba debilitando. Sin embargo, el anuncio colectivo de este domingo demuestra que la cooperación sigue siendo sólida y esquiva a los deseos y presiones de Estados Unidos.
El efecto en el precio del petróleo
En octubre pasado, la OPEP+, integrada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y aliados encabezados por Rusia, acordó recortes de producción de 2 millones de bpd desde noviembre hasta finales de año, lo que enfureció a Washington ya que una oferta más ajustada dispara los precios del petróleo.
Ahora, se espera que esta medida tenga un efecto similar. En este sentido, Kristian Coates Ulrichsen, experto en el Golfo Pérsico del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad Rice, afirmó a la agencia AP que Arabia Saudita pretende mantener los precios del crudo altos para poder financiar así su proyecto Vision 2030, con el que el príncipe heredero Mohammed bin Salman quiere reformar la economía del país.
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Al contrario, Estados Unidos argumenta que el mundo necesita precios más bajos para apoyar el crecimiento económico, frenar la inflación y evitar que el presidente ruso, Vladimir Putin, obtenga más ingresos para financiar la guerra de Ucrania.
Los precios del petróleo cayeron a mínimos de 15 meses durante las últimas semanas en respuesta a la crisis bancaria que siguió a la quiebra de dos prestamistas estadounidenses y que tuvo como consecuencia el rescate de Credit Suisse por el mayor banco suizo, UBS.
"La OPEP está tomando medidas preventivas ante cualquier posible reducción de la demanda", declaró el domingo Amrita Sen, fundadora y directora de Energy Aspects.
Con información de Reuters