El ministro de Seguridad de Israel, el ultraderechista Itamar Ben Gvir, visitó hoy la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, en la parte oriental de la ciudad anexionada por Israel, desde donde reclamó el "dominio" de Israel sobre el lugar.
"Este es el lugar más importante para el pueblo de Israel, donde tenemos que volver y mostrar nuestro dominio. En este día, en este lugar, siempre es importante recordar: todos somos hermanos. De derechas, de izquierdas, religiosos, laicos", declaró Ben Gvir en referencia la festividad judía de Tishá B'Av, el principal día de ayuno y abstinencia del judaísmo rabínico.
"Todos somos el mismo pueblo. Y cuando un terrorista mira por la ventana, no distingue entre nosotros ni nos separa. La unidad es importante, el amor a Israel es importante", agregó el titular de la cartera de Seguridad, según recogió la agencia de noticias Europa Press.
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A pesar de que la visita se ha producido durante un período de grandes tensiones entre palestinos e israelíes, no se registró ningún incidente aunque despertó la reacción de las autoridades palestinas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) condenó el "asalto" a la Explanada por parte de Ben Gvir y dijo que era "una tapadera oficial israelí para las continuas incursiones y los planes para judaizar la mezquita de Al Aqsa" en el marco de "los procesos de judaización de Jerusalén".
Por su parte, el movimiento islamista Hamas, que gobierna en la Franja de Gaza, denunció que "las masivas y continuas incursiones de esta mañana de colonos y ministros del Gobierno del enemigo sionista son una peligrosa escalada de la guerra religiosa que libra la ocupación (israelí) contra Jerusalén y la bendita mezquita de Al Aqsa".
Esta es la tercera vez desde que es ministro de Seguridad que Ben Gvir se desplaza hasta la Explanada de las Mezquitas para reclamar el control del Gobierno israelí, lo que llegó a provocar un incidente diplomático con Jordania, país custodio del lugar sagrado, conocido por los judíos como el Monte del Templo, y que fue condenado por la Autoridad Palestina y por Estados Unidos.
Su última visita fue en mayo poco después del "Día de Jerusalén", que conmemora la "reunificación" de la ciudad tras la conquista en 1967 de la parte oriental, de mayoría palestina, por parte de Israel.
En virtud del statu quo histórico concluido en torno de la explanada tras la conquista de Jerusalén Este por Israel en 1967, los no musulmanes pueden ir a este lugar a horas precisas, pero no pueden rezar, una norma cada vez menos seguida por algunos judíos nacionalistas.
La explanada está administrada por el Waqf, una autoridad jordana, pero su acceso está controlado por las fuerzas de seguridad israelíes.
Con información de Télam
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