El organismo de la ONU que combate el hambre en el mundo (FAO, por sus siglas en inglés) reeligió este domingo a su director general saliente, el chino Qu Dongyu, para un nuevo mandato de cuatro años. "Me siento honrado de haber sido elegido Director General para un segundo mandato. Espero trabajar junto con los miembros, socios y empleados de la FAO para crear una organización más responsable, impactante y adecuada", expresó en su cuenta de Twitter.
Qu, el único candidato, fue reelecto al frente de Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que tiene su sede en Roma, con 168 votos de 182 emitidos, informó el organismo en un comunicado. La votación fue secreta y se realizó durante una conferencia de ministros de Agricultura de los países de la FAO que se celebra cada dos años, agregó la nota, informó la agencia de noticias AFP.
Su nuevo mandato empezará el 1 de agosto próximo y terminará el 31 de julio de 2027. La elección tuvo lugar el segundo día de la conferencia ministerial de la FAO.
Qu, de 59 años y primer chino en dirigir el organismo, fue viceministro de Agricultura antes de asumir su cargo en la FAO en 2019. Sucedió en el puesto al brasileño José Graziano da Silva, quien había cumplido dos mandatos. Qu es biólogo especializado en botánica y doctor en genética de la Universidad Agrícola de Wageningen, de Países Bajos, considerada una de las mejores universidades europeas en la especialidad.
Los directores generales de la FAO pueden ejercer un máximo de dos mandatos consecutivos. El organismo promueve la transformación de los sistemas agrícolas para que sean más eficientes, inclusivos y sostenibles, con miras a que sus miembros alcancen los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS) aprobados por la Asamblea General de la ONU en 2015, informó Télam.
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La votación en el organismo que combate el hambre se dio en un momento particular para los alimentos en el mundo: por la guerra en Ucrania, primero se dispararon los precios internacionales y después, por los combates y las sanciones, se interrumpieron la producción y exportaciones de Ucrania y Rusia, dos países claves en las cadenas mundiales de producción.
En abril, la cuestión de los alimentos se recalentó en Europa, cuando Polonia, Hungría, Bulgaria, Rumania y Eslovaquia intentaron prohibir la importación de granos agrícolas de Ucrania que, con motivo de la guerra, contaba con licencias, como la suspensión de aranceles. Sin embargo, a pesar de sus quejas, los países europeos que no querían prorrogar el acuerdo terminaron haciéndolo.
Con información de Télam