El Gobierno de Alemania se declaró hoy "sorprendido" por el rechazo de las autoridades ucranianas a la visita a Kiev del presidente, Frank-Walter Steinmeier, que quería acompañar a homólogos de Polonia y los países bálticos para expresar su apoyo ante la invasión rusa.
Ayer, Steinmeier, criticado por su cercanía con el Kremlin en los últimos años, afirmó que tuvo la intención de viajar a Ucrania con otros jefes de Estado, pero las autoridades se negaron.
"Estaba preparado pero, al parecer, y me hago cargo de ello, mi presencia no era deseada en Kiev".
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
La decisión provocó incomprensión y críticas en Berlín.
El portavoz adjunto del Gobierno, Wolfgang Buchner, dijo que Steinmeier mostró una postura "muy clara e inequívoca" del lado de Ucrania y, tras su reelección, apeló al presidente de Rusia, Vladimir Putin, para que "aflojara la soga alrededor del cuello" de su país vecino, informó la agencia de noticias DPA.
Buchner, que no respondió si el Gobierno alemán espera que Ucrania cambie de postura sobre la visita, dejó abierta la posibilidad de que el canciller, Olaf Scholz, acepte una invitación para viajar a la capital ucraniana.
En este sentido, según informó el diario Sueddeutsche Zeitung, el vocero destacó que Scholz "casi visita" Ucrania.
Tras rechazar la visita de Steinmeier, el embajador de Ucrania en Berlín, Andriy Melnik, extendió una invitación a Scholz para visitar el país para abordar cómo Alemania puede ayudar a Ucrania con armamento pesado.
Oleksiy Arestovich, asesor del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, defendió el rechazo de las autoridades ucranianas a la visita de Steinmeier y pidió "comprensión" por la decisión.
Arestovich dijo que Zelenski "está esperando" que Scholz tome "decisiones prácticas inmediatas, incluyendo también la entrega de armamento", según declaraciones a la cadena pública alemana ARD.
Si bien aseguró desconocer las razones por las cuales el Gobierno ucraniano no quiso que Steinmeier visite Kiev, Arestovich dijo que las decisiones políticas de Zelenski se basan "en el equilibrio".
A principios de mes, el embajador Melnik criticó duramente la cercanía de Steinmeier con Rusia.
"Para Steinmeier, la relación con Rusia era y sigue siendo algo fundamental, incluso sagrado, pase lo que pase. Ni siquiera la guerra de agresión juega un papel importante en esto", aseguró.
Posteriormente, el propio Steinmeier hizo autocrítica sobre su postura personal con respecto al Kremlin en los últimos años, desde su rol como jefe de la Cancillería de 1999 a 2005 y como ministro de Relaciones Exteriores entre 2005 y 2009 y entre 2013 y 2017.
También lamentó no haber tomado en serio las advertencias sobre Rusia de los países de Europa del Este después de 2014 y destacó que el apoyo al gasoducto germano-ruso Nord Stream 2, que no llegó a inaugurarse por la guerra en Ucrania, supuso un golpe a la credibilidad de Alemania.
"Aferrarme al Nord Stream 2 fue claramente un error", manifestó. "Nos aferramos a puentes en los que Rusia ya no creía y sobre los que nuestros socios nos advirtieron", agregó.
Con información de Télam